Diario de Emociones

Amor

Amor

¿Enamorarse es una palabra extraña, no?

Cuando me enamoro siento que no puedo batallar contra el sentimiento. Es hermoso enamorarme de la conexión, de su risa, como si fuera una con la mía, miradas de complicidad como si llenáramos los pensamientos los unos del otro. O leyéramos nuestras mentes. La energía de querer hacer cosas juntos, de compartir cosas juntos así se sean cosas sencillas. Como ver TV, cantar canciones, bañarnos juntos, cocinar juntos.

¡Oh, un sin fin de cosas! Que de solo acordarme se me quiebra mi voz, ya te imaginaras por qué.

Sin embargo, no quiero olvidar que AMAR es la conexión más profunda con tu alma, en el nivel más auténtico y reflejado a través de los otros.

Es verdad cuando dicen que el amor es solidario, y libre. Ya que es cuando más tienes que dar, y no sientes remordimiento de quedarte a medias.

Ojalá pudiéramos vivir con este sentimiento 24/7. Porque es cuando más hacemos, más creamos, más compartimos, más estamos en la esencia del verdadero humano.

Algo que también he aprendido es que el amor es transformador, transforma tu propia vida y la de tus allegados. Te invita a ser vulnerable, a exponer tus más íntimos secretos e inseguridades. Y a confiar en otras personas. Yo quiero que sepas que si has amado has tocado los corazones de los demás, lo parezca o no. No necesitas que los demás te lo agradezcan, tú ya lo sabes. Lo tienes que saber, pues les diste amor y eso no se regresa o invalida con absolutamente nada.

El amor irradia luz. Como los rayos del sol. Y no se limita a las relaciones humanas. Es la fuerza que nos invita a seguir adelante, a continuar creando, y evolucionando. A crear una vida con significado propio, singular y auténtico. Es el fuego que nos invita a descubrirnos una y otra vez.