𝓓𝓮𝓼𝓽𝓲𝓷𝓸 𝐼

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-Charlotte, ve por pan para el desayuno de mañana, rápido que pronto cierran la panadería- me despertó de una orden mi madre

-Pero ... es muy tarde- replique con un poco de miedo

-Tarde se te hará si no vas ahora- regaño dándome unas monedas en la mano mientras me empujaba fuera de la casa, suspire resignada, la noche se asomaba y el sol desaparecía entre los árboles, el camino era sombrío y poco a poco cada casa prendía las velas para la noche, la panadería estaba cerca cuando escucho como sale un grito desgarrador de una casa, pronto las velas se apagaban dejándome en completa oscuridad.

Se escuchaban pasos pesados, eran decenas, pronto las casas se comenzaban a llenar de gritos.

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Estaba escondida en algún lugar del pueblo, temiendo por mi propia seguridad, tenía miedo, estaba paralizada, no sabía si mi familia estaba bien, si yo estaba segura, si los iba a volver a ver, luego de un silencio abismal una luz potente y resplandeciente me cegó por un momento, en cuanto mi vista se acostumbro vi unas sombras, eran personas, con capas, asome mi cabeza a donde provenía las sombras y ahí estaban, decenas de personas alrededor de una hoguera, pronto todos los ojos dieron a parar en mi. Me encogí en mi misma temiendo lo peor, en menos de lo que pensé estaban frente a mí, analizando ... lo podía sentir

-¿Que tenemos aquí?- cantó una voz seca y divertida -¿el postre?- río macabramente

-Déjanos verte- ordenó con enojo una voz adulta -¡Muéstrate!-

Con miedo me levante, temblando en el proceso, tenía la cabeza gacha con el cabello cubriéndome, uno de ellos se aserco lentamente, tomándome de la barbilla y acariciándola un poco la levanto bruscamente dejando a la vista mi cara, dejando ver quien estaba frente a mi, tenía el cabello negro, y los ojos ... rojos como la sangre pero había ¿miedo? En ellos.

-es igual a..- titubeó pero fue interrumpido por una nueva voz

-Didyme- dijo con ¿cariño?

El azabache se alejó dando paso al castaño, tenía los ojos tristes pero había felicidad en ellos, como si hubiera encontrado lo más valioso en su vida, realmente estaba confundida y temía por lo que pudiese pasarme. Me tomó por sorpresa cuando acaricio suavemente mis mejillas con lágrimas secas y empolvadas, me examinaba delicadamente buscando algo que me hiciera imperfecta pero no lo encontró al parecer.

-Al fin te encontré Amore mío- exclamó feliz mientras me tomaba por la cintura abrazándome fuertemente, estaba estática, tenía mucho miedo.

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Estaba sentada en un cuarto oscuro, cerrado bajo llave, la noche se hizo más larga que de costumbre, miraba a la pared pensando en cómo había llegado aquí, ¿qué pasó con mi madre?, mi hermana estará bien? ¿Estoy bien? Preguntas azotaban mi cabeza, las lágrimas salían de mi rostro, ¿estaba llorando? Si, mis pensamientos se interrumpieron por el crujir de la puerta.

-Amore mio, ¿dove sei stato così a lungo? Sapevo che non eri morto [¿donde estuviste tanto tiempo? Yo sabía que no estabas muerta]- trato de tocar mi mano, por inercia la quite rápidamente, esto hizo cambiar su expresión -¿stavi piangendo? [estuviste llorando?]- No sabía lo que decía -Parla- mi ceño se frunció en confusión -Habla, di algo, no te entiendo- estaba preocupado o al menos eso parecía

𝓞𝓳𝓸𝓼 𝓽𝓻𝓲𝓼𝓽𝓮𝓼 (𝓜𝓪𝓻𝓬𝓾𝓼 𝓥𝓾𝓵𝓽𝓾𝓻𝓲 𝔁 𝓞𝓒)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora