<El último día>

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Por fin, el último día llegó, no más tareas, alarmas, profesores dando clases aburridas, compañeros fastidiosos. Es un gran alivio en verdad, y no es porque valla mal en el colegio, es solo que necesito un descanso, tener que ir todos los días para y lidiar con lo mismo, no, y quiero confesar que no soy muy paciente, ¡tengo límites!; serán vacaciones de verano, la mejor época. Iré una semana a la playa con mi familia. Después de clases Mónica y yo iremos a nuestro parque favorito, no está muy lejos de casa, pero aún avisamos a nuestras casas para no meternos en problemas.

-Listo- avisé mientras dejaba caer mi mochila sobre el pasto y me arrodillaba en éste. - ¿Tu ya lo hiciste?

-Sí, cuéntame que harás en estas vacaciones- se acostó mientras me daba una mirada divertida y curiosa.

-Iré a la playa el domingo, ¿tú ya sabes que vas a hacer?

-Nada, mis padres saldrán de viaje unos días, ya sabes, sus trabajos, así que tal vez me valla a acampar con mis abuelos- se alzó de hombros restándole importancia al asunto.

Últimamente, sus padres no estaban mucho en casa, su madre, la señora Lily, es arquitecta, y su padre, el señor Dorian, es fotógrafo. Pero a pesar de no estar con su hija la llaman constantemente, estoy segura de eso porque ella me lo cuenta, o a veces la llaman cuando está conmigo, Mónica entiende que trabajo es trabajo y lo aprecia, así que está acostumbrada, y siempre que sabe el día del regreso de sus padres a San Francisco los espera pacientemente y pasa el mayor tiempo posible con ellos, es hija única, así que es la consentida del señor y la señora Evans.

- ¿Por qué no pides permiso para pasar las vacaciones conmigo? -sugerí sonriendo esperando por su respuesta, ella solamente negó varias veces con la cabeza haciendo que mi sonrisa se desvaneciera - ¿qué? ¿por qué no? 

-No quiero interferir en tu plan familiar.

-Bueno, ni tan familiar, porqué si tu madre sale de viaje la mía igual lo hará- me cruce de brazos. 

Mi madre era asistente de la madre de Mónica.

Nuestras madres se conocieron en una cafetería, cuando tenían 20 años, mi madre trabajaba ahí los fines de semana, y la señora Lily iba constantemente ahí, al parecer tenían cosas en común y pues al instante se hicieron amigas, a las dos les encantaba dibujar y decían que estudiarían arquitectura, pero desafortunadamente mi madre no pudo terminar la universidad por cuestiones de dinero, así que en cuanto la madre de Mónica se graduó de la universidad y empezó a trabajar, contrató a mi madre como su asistente por lo que su amistad se hizo más grande y se hicieron mejores amigas. Por lo cual Mónica Evans y yo somos mejores amigas desde que siempre.

-Tienes razón, pero aun así no quiero, mejor hacemos algo juntas cuando regreses- sonrió y yo solo hice un puchero- Hannah, no hagas eso, no caeré.

-Está bien- finalmente me rendí- iré por un helado, ¿vamos?

-Claro, yo quiero de galleta.

- ¿Al menos puedes esperar a que lleguemos a la heladería? - reí y ella solo asintió.

Después de salir del lugar caminamos en dirección a mi casa, comimos y nos dispusimos a ver nuestra saga favorita Harry Potter. Poco después alguien tocó la puerta de mi habitación, pausé la película y de mis labios dejé salir un "pase".

Mi hermano, Oliver entró con un tazón de palomitas - Papá las hizo y me dijo que se las trajera. 

-Gracias hermanito- tomé el tazón y lo puse a un lado para abrazarlo, papá no sabe hacer palomitas, por lo que sé que miente.

- No es nada- palmeó mi espalda levemente

- ¿No quieres ver la Harry Potter con nosotras? - Mónica habló para hacer notar su presencia

-Será otro día, tengo cosas que hacer- se despidió y salió de la habitación cerrando la puerta detrás de él.

- ¿Tu hermano es siempre atento contigo o solo cuando yo vengo? - elevo una de sus cejas.

-Soy su única hermana- mentí y reí para que no se notará que lo hice. Ella solo asintió una vez no tan convencida de mi argumento.

Estrellas y gotas de lluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora