Capítulo 10. Sentimientos encontrados

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Hailee siempre pensó que era raro de ver a alguien mientras duerme

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Hailee siempre pensó que era raro de ver a alguien mientras duerme. Si se despertara con alguien mirándola, probablemente se asustaría. Pero esta mañana, cuando entró en su antigua habitación en Santa Mónica con una bandeja de desayuno en las manos, se encontró incapaz de apartar los ojos de la castaña dormida en su cama.

Una sonrisa se formó en sus labios.

La actriz avanzó con cautela hacia la cama, con cuidando de no hacer ruido, para no despertar a la castaña. La cama se hundió cuando ella se sentó en el borde, colocando con cuidado la bandeja en su regazo. T/n estaba de lado, sus labios entreabiertos y su cabello todo desordenado, cubriendo la mayor parte de su rostro.

Se veía tan linda con sus brazos alrededor del osito de peluche favorito de Hailee, un koala, se estiró y apartó el cabello de la cara de T/n. Los dedos permanecieron detrás de la oreja izquierda de la escritora, haciendo su movimiento.

Inmediatamente, Hailee dejó caer su mano. Sintió que el rubor se extendía por su rostro después de darse cuenta de lo que acababa de hacer. Afortunadamente, nadie estaba allí para presenciar esto.

"T/n.." Susurró Hailee, sin saber si era muy temprano para despertar a su esposa. Parecía tan tranquila.

La castaña no se movió, pero murmuró algo incoherente, provocando una risa de Hailee. Quería quedarse allí viendo a T/n hasta que despertara, pero Hailee no quería que sus padres y su abuela pensaran algo malo por haberse encerrado en la habitación con T/n más tiempo del debido.

La conversación que tuvo con su abuela fue bastante vergonzosa. Exigió bisnietos, preferiblemente mellizos, cuanto antes. Incluso estaba sugiriendo posibles nombres para los bebés cuando Hailee salió corriendo del comedor, con la cara roja y sus padres riéndose de la situación.

"Esposa, despierta" La actriz sacudió suavemente el hombro de T/n.

T/n gimió, abrazando al osito de peluche con más fuerza. Pasaron unos segundos antes de que los ojos oscuros se abrieran para encontrarse con unos ojos color avellana que la miraban. Todavía medio dormida, su mirada permaneció fija en los ojos color avellana.

"Ehy."

La voz de Hailee era apenas audible y T/n apenas escuchaba. Todavía estaba atrapada entre la realidad y el país de los sueños. "Te traje el desayuno." Hailee señaló la bandeja en su regazo. La castaña, por su parte, ya había notado el delicioso olor a waffle en el aire.

"Estás aquí." Dijo T/n bruscamente.

La actriz no sabe por qué, pero la voz mañanera de la castaña le pareció francamente sexy. Se sacudió los pensamientos de inmediato, culpando a su abuela por poner ideas tan impuras en su cabeza.

"No, yo no estoy aquí. Esto es solo un sueño." Bromeó.

"Pero no eres un origami." Una mirada confundida brilló en el rostro de la castaña.

El acuerdo - Hailee SteinfeldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora