prologo

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Nunca creí poder llegar a amar otra vez. Aquel intenso fervor hacia alguien, pensé que sería imposible a estas alturas, imposible ante mi situación.

Aquel hombre llegó como en carruaje, blindado en decoraciones llamativas con letras inmensas que titulaban su procedencia, era un personaje. Yo solo estaba de paso y había visto por curiosidad, por seguir la inercia y copiar a la multitud.

— son los soldados Grimizianos.

Recuerdo haber escuchado. De todas las formas el hecho de que se haya asentado el ejército de  Grimizia había sido todo un tema, volvían de una fuerte lucha de poder, y habían vuelto después de una larga pelea.

Tenía el puesto de comandante casándome a la edad de 23 años con la mujer que había sido mi más grande maravilla, planeando formar una familia antes de dar mi último aliento, y aún así la vida me la arrebató a tan solo 2 años de habernos casado .

Sencillamente pienso en acabar conmigo y hacerle compañía, que sería lo más ideal, solo que las agallas nunca estuvieron ahí. Todo fue gracias al 21 de Abril.

Aún persiste en lo más hondo de mi memoria aquel banquete.

Puedo describir con exactitud el atuendo y la expresión facial que llevaba aquel militar cuando entró al gran lugar. Y me preguntaba ¿por qué nadie le prestó atención? era atractivo, alto, facciones definidas y buena contextura, fornido sin llegar a dar temor, extremadamente educado y un importante Mariscal.

Deseaba que alguien más lo observara solo para que pudiera apreciar lo encantador que se veía en ese entonces, y me había sentido confundido; deseaba presumir de aquel hombre que desconocía por completo, sin comprender exactamente el por qué. Quería presumir de un hombre que sentía que era mío.

Fue todo muy repentino, una situación nueva y locamente excitante que con anterioridad no me dignaba en palpar, que no sabía como hacerle frente a aquellos sentimientos que ingenuamente descuidé y solamente... me dejé llevar.

Amar a un hombre no había sido lo más difícil, en cambio, fue haber pasado por alto mi intuición dejándolo ir, sabiendo que eso significaría morir en silencio.

MILITIA | satosugu - OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora