Corazón Roto
Blair O'Kelly
La primera vez que sentí el corazón roto fue cuando tenía siete años;Mi mamá me había regalado un pequeño gato atigrado, el cual a la semana se perdió y yo me sentí abandonada, sentí que el no me había elegido porque no era buena y empeoró cuando a la semana, lo vi en brazos de mí vecina Sarah. Recuerdo a un pequeño Ian y un pequeño Connor ir a reclamarle a Sarah que me lo devuelva porque no había día que no llorara al grito de "¿No soy suficiente para él?"
Y ustedes pensaran: ¿Como una niña de siete años puede pensar algo así?.
Admito que desde que tengo uso de razón siempre fui curiosa y cuando las amigas de mí mamá iban en busca de consuelo llorando por sus esposos, yo estaba cerca tratando de entender que era lo que sucedía.
Ellas solían compararse constantemente con la vida que tenía mí madre, también intentaban ser como ella y le pedían consejos para poder ser "suficiente" como mamá lo era.
Y mí mente de niña dramática que había escuchado los sollozos de mujeres que se repetían constantemente que era culpa de ellas por no ser suficientes, lo comparo con su fracaso como dueña de una mascota que eligió a otra niña.
Tigre, como le había puesto al gato, nunca volvió.Eligió quedarse con Sarah aunque a veces él la engaña entrando por mí ventana en busca de mimos y comida cuando Sarah está muy ocupada enrollandose con mí hermano.
Y a los dieciseis años volví a sentir el corazón roto, pero de manera diferente, me sentía ahogada por un nudo que no me dejaba hablar aunque llorara en un intento de desahogo este no cesaba.
El recuerdo de la llamada de papá era como un recuerdo vivido en mí mente porque desde ese día comencé a sentirme;rota y vacía.
No se comparaba con el dolor que senti ante la traición de un gato, esto no era algo que podía superar en unos días.
Esto había opacado todo lo demás en mí vida, ya no había otra cosa en mí mente que no fuera la muerte de Mamá.Blas, mis amigos, Ian o papá dejaron de existir en mí cabeza.
Despues de la llamada mí cama se volvió mí gran amiga, no tenía la energía de salir de esta, ni la energía de agarrar mí celular para contestar los mensajes o llamadas.
Mamá se sentía en todas partes, en la casa y hasta en mí celular, no sentía la fuerza para afrontar eso.
Para afrontar que no iba a recibir un mensaje de ella diciendo que todo había sido un mal chiste o despertar y que todo haya sido una pesadilla.
Que solo la iba a encontrar en sueños y recuerdos.
Que no volvería a sentir sus brazos o sus labios sobre mí mejilla cada mañana y en mí frente cada noche antes de ir a dormir.
Que su risa no volvería a retumbar por toda la casa.
Que no la encontraría bailando al ritmo de alguna extraña canción que escuchaba en su juventud.Me negaba a aceptar todo eso.
Me negaba a bajar o agarrar el celular y que se sienta más real.
Me negaba a no encontrarla.No tenía idea de cómo dar el siguiente paso, tampoco sabía si quería hacerlo.
Mí celular sonaba cada cierto tiempo, estaba cansada de escucharlo, pero estaba tan débil que sentía que cualquier movimiento aunque sea el más insignificante me ocasionaría un mal estar en todas partes.
No estaba tranquila y no podía disimularlo, por eso tampoco quería ver a nadie, estaba desbordada.
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INTANGIBLE- Camila Frutos
RomanceIntangible es un adjetivo que se refiere a todo aquello que no puede ser percibido claramente por los sentidos. Es decir, un intangible es lo que es inmaterial. Nos referimos, por ejemplo, a un conjunto de normas, sentimientos y emociones