La vida de Andrew Jacobs. PT.1

23 2 42
                                    


▰▱▰▱▰▱▰▱▰▱▰▱▰▱

«— Idiota. — »

▰▱▰▱▰▱▰▱▰▱▰▱▰▱

╰┈➤ 13 Años de edad.

— ¡Vamos, Andrew! — Escuché a mis padres gritarme a lo lejos, varias personas gritaban cosas hacía mí, eran palabras de apoyo, pero mi mente y corazón solo podían escuchar la voz de mis padres.

Mis dedos se movían con destreza y mis oídos estaban completamente concentrados en la melodía que producía. Desde muy pequeño, había ido a competencias de pianistas, cosa que amaba en el mundo, entre mis amigos era muy popular por mi gran talento con esto.

La música tenía algo que me hacía feliz, algo que sacaba lo mejor de mí.

La música fue...lo último que escuche.

***

— ¡Eres genial! — Me decía mi madre mientras dejaba un beso en mi mejilla, mi padre caminaba admirando el premio que acababa de ganar en aquella competencia.

— Pero claro que lo es. — soltó mi padre con un tono egocéntrico — Andrew es un Jacobs, somos geniales en todo lo que hacemos.

Mamá le dió un pequeño golpe y fuimos a comer, yo era tan solo un niño de trece años, que tenía una vida relativamente feliz, con sus dos padres y su pequeña hermanita de nueve años.

Caminaba distraído mientras jugaba con mis manos, contaba y le sonreía al cielo, porque por alguna razón siempre me encantó sonreírle al cielo, sonreírle a las nubes...

Incluso a las estrellas.

Pero tanta fue mi distracción que accidentalmente me choque con una persona, específicamente, una niña.

—  ¡Oh, lo siento! — dije disculpándome.

Enseguida ví que esa niña con la que me había chocado sonreía, ella era pelirroja, contaba con unos hermosos ojos verdes y dos coletas en su cabello. Ella traía un pequeño perro con ella a su lado.

— No te preocupes. — exclamó con una sonrisa de oreja a oreja.

— ¿Cómo te llamas? — dije en un intento de saber su nombre, definitivamente me había gustado.

— Me llamo Alisa, Alisa Johnson.

— Es un placer conocerte, Alisa. — besé los nudillos de sus manos, ella soltó una risita, hasta que escuche que mi madre me llamaba a lo lejos

— ¡Bueno, nos vemos, me tengo que ir! — dije corriendo, dejando a Alisa ahí, para llegar al auto con mis padres y subir felizmente.

Lamentablemente no volví a verla... O eso era lo que yo de mis trece años pensaba.

***

╰┈➤ 15 Años de edad.

Estaba en una fiesta, la cual era realmente bastante aburrida para mí. Las luces me mareaban, y la gente me molestaba; algo que no era muy común en mí.

La Casa de Los Pecadores. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora