Capítulo: 29

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La despedida había sido dura.

Fué a dejar a Joaquín en la madrugada y no sabía si había sido la hora, pero ambos habian derramado lágrimas mientras estaban en los brazos del otro.

Emilio había susurrado palabras bonitas cerca de su oído y le prometió que iba a hacer todo lo posible para volver, pero ambos sabían que eso era sólo una pequeña esperanza.

El oji-verde le pidió a Joaquín que viniera al estanque pasado mañana, sería la primera junta que tendría con Xuan y Emilio esperaba que de verdad se llevaran bien.

El pirata confiaba en el príncipe, pero si veía alguna acción para desconfiar lo haría, así que hizo que Joaquín le prometiera que se iría en caso de que no se sintiera cómodo o en confianza.

Todo quedaba en manos de Joaquín.

Cuando Emilio volvió al Dragon estaban a punto de zarpar y Xuan había llegado corriendo al lugar.

Abrazó a Emilio con fuerza y este le hizo entrega de una carta, era pésimo escribiendo.

__Iba a ser una por día, pero escribí sólo una__vuelve a repetir y Xuan jura cuidar esa carta con su vida.

__Cuídate__es lo que susurra el príncipe__porque si no vuelves juro por mi vida que entraré al mar e iré a buscarte__Emilio ríe ante eso y revuelve su cabello de forma cariñosa.

__Eso ya lo veremos.

A lo lejos se escucha el último llamado de Li y ambos amigos se miran por última vez.

__Lo cuidaré con mi vida, no te decepcionaré.

Emilio detecta con facilidad la verdad en su voz y asiente sin decir nada.

__También cuídate y créeme, eres más valiente de lo que crees, sé valiente__esta vez Emilio envuelve con sus brazos al príncipe y sin decir nada más, se separa y da media vuelta para correr y saltar sobre la cubierta del barco el cual ya estaba lentamente alejándose del muelle.

Su travesía había comenzado.

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El oji-verde mira la brújula en su mano y ve como esta indicaba el camino correcto, iban bien hasta el momento.

Ya llevaban cerca de un día viajando.

ZanJin se dedicaba a observar todo a través de un catalejo, Ji-Yang se dedicaba a que todos trabajaran en sus tareas y Li era el que manejaba el barco.

La primera parte del mapa estaba recién pasando por sus ojos.

La Isla Calavera estaba a un par de kilometros y tal como lo había dicho Joaquín, las aguas estaban tan calmadas que el viaje era un poco más ameno.

El rizado se apoya en el borde de la cubierta del barco y su mente vaga en los recuerdos que tenía junto al castaño.

Aún estaba asimilando que el oji-azul se habia tatuado una brújula, literalmente se había vuelto adicto a la tinta y no podía imaginarse a Joaquín como el único tritón tatuado.

Su limpia piel estaba cubierta por un par de dibujos que le durarían toda la vida y no le había importado, ni siquiera le había comentado a Emilio que era lo que le había dicho su madre respecto a eso.

Joaquín era todo un caso.

__¡Emilio, necesito ayuda acá arriba!__el oji-verde trota hacia su capitán, sube las escaleras de par en par y con la respiración un poco agitada se pone al lado de Li.

__Dime.

__Acabamos de pasar la Isla Calavera, ¿cuál era la siguiente zona?__murmura sin apartar la mirada del frente y el oji-verde lo entiende, Li era desconfiado en estas aguas.

Emilio mira el mapa con atención y tararea suavemente.

__Nos toparemos con las medusas__su capitán asiente y entrecierra sus ojos, mira hacia el cielo y muerde su labio inferior.

Emilio sabía que estaba calculando la hora.

__Pasaremos a través de ellas cuando ya haya caído la noche, dile a los demás que no gasten velas, ellas serán suficiente para que iluminen el Dragon__Emilio asiente y sin decir nada más se da media vuelta para ir a avisar a sus compañeros.

El oji-verde trata de no ensuciar el suelo el cual Son-Lan estaba trapeando, se ponía de mal humor.

Emilio le avisa a ZanJin y también le avisa a Ji-Yang, estos comienzan a correr la voz.

El oji-verde al darse cuenta que todo estaba relativamente tranquilo decide ponerse a dibujar.

Así que se sienta en el suelo mientras apoyaba su espalda contra el mástil, de su abrigo saca su lápiz de carbón y un par de hojas en blanco.

Mira a su alrededor en busca de algo para poder apoyarse y ve un trozo de una tabla que no habían ocupado, no lo duda y se adueña de ella.

Como el chico egoísta que es, graba su nombre en la parte trasera de la tabla, ahora esa madera tenía dueño y era Emilio.

El oji-verde extiende una hoja sobre esta y guarda la otra, sólo pone la punta de su lápiz contra el papel y deja su mano quieta, había quedado en blanco.

Sus ojos se mantienen enfocados y luego comienza a mover su muñeca, trazando líneas que no parecían tener forma y ni fin.

Emilio no sabía que resultado saldría de eso, muerde su labio inferior y decide no cuestionarse mucho ya que se terminaría bloqueando.

Suelta un suspiro y después de un par de minutos su dibujo comienza a tomar sentido, esos ojos los reconocería en cualquier lado, había plasmado a Joaquín.

Estaba contento con el casi resultado.

Estaba delineando los labios del castaño cuando ocurre el desastre.

__¡Bu!__el oji-verde se sobresalta y raya con fuerza sobre el dibujo, mira como el precioso trabajo había quedado inservible a causa de eso, levanta la mirada y lo único con lo que se topa son con los ojos en alerta de ZanJin__Emilio...

El recién nombrado no lo piensa cuando ya se estaba parando de su lugar, ZanJin corre por su vida y Emilio corre detrás de él.

Habian formado un alboroto.

__¡Lo siento!

__¡Eres un hijo de puta!__el irlandés ríe ante eso y Emilio toma el balde de agua sucia que estaba usando Son-Lan.

__¡Hey!__el oji-verde hace oídos sordos ante la queja y toma por la parte de abajo el balde, ZanJin se detiene bruscamente para poder pedirle una disculpa y se da media vuelta quedando de frente al oji-verde, en ese momento Emilio aprovecha de lanzar el agua en el rostro del ojiceleste.

__¡Está helada! Te iba a pedir disculpas.

Emilio deja el balde en el suelo y se cruza de brazos, sonríe de forma arrogante y conforme.

__Disculpas aceptadas.

Eran todo un caso perdido, ahora debían limpiar antes de que Son-Lan los golpeara o que Li los sermoneara.

Claro que Emilio obligó a ZanJin a hacer casi todo el trabajo.

OCEAN HEART (Emiliaco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora