Después de ese sí y, haciendo caso omiso a mis mayores temores, me decidí y abrí la puerta de par en par.Al abrirla me dirigí al pequeño escenario que había en la sala, dentro de esta estaban tres instructores muy distintos entre sí y reconocidos por el gobierno de España como las tres personas más superdotadas del país.
Me miraban de manera muy juzgadora y sé, que en cuanto a inteligencia, nunca llegaría a su nivel pero eso no me hacía menos suficiente,además iba a hacer todo lo posible para darle a la salud mental la importancia que se merece.
Aún con toda la ansiedad que podía sentir en cada ápice de mi cuerpo me arme de valor, encendí mi ordenador, lo conecté al proyector y empecé a explicar mi propuesta de inclusión de información sobre la salud mental e inteligencia emocional en todos los aspectos de nuestra vida.
Al principio no parecían muy convencidos pero, poco a poco, pude analizar cómo sus rostros se relajaban e incluso parecía que se estuviesen interesando por el tema y sus variantes.Antes de que pudiera terminar uno de los instructores, llamado Marcus, decidió interrumpirme para decirme que con la información proporcionada era suficiente y que saliese para concretar algunos detalles.
Hice caso sin añadir ninguna palabra, desconecté mi ordenador y más que salir huí de la sala.Al salir empece a procesar que de verdad esto acababa de pasar, la audición la cual me había estado preparando durante tantos años había llegado a su fin en tan solo quince minutos.En base a esos quince minutos, el futuro de poder cumplir la promesa que hice con Lexi se podría o no hacer realidad.Obviamente, mi parte autocrítica no tardó mucho en salir a la luz y recalcar todos los fallos que había cometido en la exposición pero la culpa tampoco se quedó atrás, todos los pensamientos relacionados con poder haber hecho más empezaron a inundar mi mente como niños cuando la piñata se rompe en una fiesta de cumpleaños y los dulces caen al suelo.
Yo no pensaba dejar que estos conceptos negativos hacia mí me dominaran porque uno nunca es sus pensamientos, uno es más que lo que piensa negativamente de sí mismo.
Mientras yo estaba absorta en mi mente me llamaron de la sala para darme los resultados y creo que nunca había llorado tanto en mí vida, porque gracias a esto podré evitar que personas tan magníficas como lo era Lexi decidan que vivir ya no tiene propósito.
Ahora mismo probablemente os estaréis preguntando qué detonantes llevaron a que Lexi se quitara la vida y porque estos acontecimientos tienen tanta importancia para mí.
Bien, todo comenzó en mi infancia, en esa época y, debido a mi trastorno de Asperger, me costaba mucho tener interacciones sociales con los niños de mi edad, solo sabía memorizar lo que decían para luego responder algo parecido ya que carecía y carezco de habilidades sociales.Esa estrategia de autodefensa de memorización la hacía porque tenía miedo de la reacción de los niños a lo que pudiera decir y ese pensamiento constante me generaba mucha ansiedad, por lo tanto prefería no hacer amigos.Pero con Lexi todo era distinto, ella me enseñó que no se iba a molestar o alterar hiciera lo que hiciese, así que cuando estaba con ella por fin podía soltar esa máscara de pretender que encajaba en los comportamientos sociales neurotípicos.
Y no, no estaba siendo madura por pensar eso, eran pensamientos que no me correspondían con mi edad.Al ser así y, aunque Lexi no me lo dijese, yo sabía que ella no quería seguir en este mundo, su madre invalidaba todas sus emociones diciéndole que era para llamar la atención junto con que no era posible que tuviera ningún problema porque ella se lo había dado todo.Ahora, después de haber estudiado psicología, me he dado cuenta de que su madre tenía muchos traumas de la infancia sin resolver.
A causa de todas estas situaciones y sin poder recibir ayuda psicológica Lexi decidió quitarse la vida a los diecisiete años.Esta muerte fue y será la que más me marcó en toda mi vida, aparte de porque amaba a Lexi más que a mí misma, en parte también fue porque a causa de mi trastorno tiendo a hacer lazos fuertes con una persona y no necesitar a nadie más así que, cuando Lexi se fue, me quedé sola sin su calidez y su luz.
En su carta de suicidio su último favor fue que porfavor no dejase que más gente tuviera que pasar por lo mismo que ella, así que ahora intento ayudar a las personas y, gracias a esta campaña, podré lograrlo y cumplir el sueño que ella nunca pudo.
