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Valentina abrió la puerta de su casa. Habia pasado todo el día con el patrón, y lo unico que queria era ducharse para quitarse la suciedad que sentia. Se sentia asquerosa por hacer lo que hacia para poder darles una buena vida a sus padres, pero no tenia más opción.

Cerró la puerta de su casa, y al girarse, se encontró con un hombre sentado en uno de los sillones del salón. Valentina creyó que era uno de los vigilantes que le habia puesto Pablo, pues una casa tan grande, era una diana para los ladrones.


-No te ha dicho el patrón que no podéis entrar a la casa? -refunfuñó cansada dejándo las llaves en el recibidor.

-Ya lo suponia, pero yo no sigo las ordenes de tu patrón -le respondió aquel hombre acomodándose en el sillón. A Valentina le recorrió un escalofrío por la espalda, estaba aterrada. Sabía que Escobar estaba en guerra con el gobierno, pero no creia que le afectaria a ella.- Siéntese, por favor.

Valentina le obedeció, y se sentó en el sofá, justo delante de él.

-Soy Javier Peña, agente de la DEA -se presentó.- Creo que no hace falta que le explique que hago aquí.

Valentina se puso a llorar desconsoladamente.

-Le juro que yo no he hecho nada, no tengo nada que ver -empezó a defenderse. Javier se levantó y se sentó a su lado. Le cogió ambas manos para tranquilizarla.

-No estoy aquí por usted, señorita Romero -le explicó.- Vengo a hacerle una propuesta.

Vlentina levantó la vista hacia él.

-Una propuesta? No me vayas a pedir que traicione a Pablo, porque no puedo -dijo ella rápidamente. Ambos eran muy conscientes de que eso significaba su muerte.

-Lo que te estoy pidiendo es que salves a Colombia -le dijo él mirándole a los ojos. Ella negó con la cabeza y apartó sus manos de las del agente.

-Ni hablar, Colombia no ha hecho nada por mi, el patrón si -dijo levantándose del sofá a la defensiva.- Te pido por favor que te vayas de mi casa.

Peña se levantó y se paró enfrente suyo.

-Y yo le pido por favor que escuche lo que tengo que decirle y prometo marcharme cuando haya acabado -dijo calmado. Valentina no tenia mas remedio que obedecer, como siempre. 

Se sentó dispuesta a escucharlo. El agente también se sentó de nuevo y procedió a explicarle el plan.

-Sabemos que Pablo confia en usted, incluso más que en su propia esposa. Queremos que desde dentro nos ayudes a extraditarlo.

Valentina soltó una risita irónica. 

-Me estás pidiéndo que delate a un hombre que no le temblaria el pulso al meterme una bala entre ceja y ceja? -soltó ella gesticulando mucho por su enfado.- Crees que voy a meterme en un plan suicida?

-Sé que es peligroso lo que le estoy pidiendo, pero le prometo total protección y discreción, Escobar no va a enterarse -le prometió.

-Si no acepto, que consecuencias tengo? -preguntó. Sabia que si decia que no, algo le pasaria.

-Que me tendrá todos los días aquí insistiendo -bromeó Peña.- Es una operación extraoficial, así que no habrán consecuencias para usted.

Valentina fue a rechazarlo una vez más, pero Javier la interrumpió.

-No las habrá para usted, pero si para el mundo -la mió a los ojos y ella levantó la mirada hacia el.- Valentina, usted puede acabar con ese malparido. No se crea las palabras que ese hombre le dice, usted es tan victima como todos los demás. 

-Te crees que estoy con él por gusto? -chasqueó con la lengua mientras negaba con la cabeza.- No, agente, yo estoy con el por necesidad, claro que no me creo nada de lo que me dice, pero no me queda otra.

-Pero es que ahora si tiene una alternativa, Valentina -le dijo.- Ahora puede deshacerse de el.

-Y dime, como se supone que voy a sobrevivir sin su dinero? Porque no sé de ningún trabajo en el que me den 5.000$ por semana -le refutó.

-Tendrá que vivir sin tanto lujo, pero será libre.

-No, agente, una vez entras en el mundo de Escobar, ya no vuelves a ser libre nunca más -le explicó triste. 

Una vez mas, Javier, cogió las manos de Valentina entre las suyas.

-Se que le estoy pidiendo que arriesgue su vida, pero no puedo decirle nada a parte de que confie en mi -la miró a los ojos.- Yo prometo cuidarla y protegerla tanto como pueda, pero me tiene que cooperar.

-Da igual lo que me prometas, si Pablo se entera, me matará -le dijo con los ojos llenos de lagrimas.

-Usted no va a morir mientras yo esté -le dijo poniendo un mano en su hombro. Una lagrima rodó por la mejilla de la joven.- Le voy a dejar mi numero y un telefono nuevo, por si Escobar tiene pinchado el suyo.

Peña dejó un papelito con un telefono anotado y un samsung bastante viejo.

-Cuando se decida o si necesita algo, estaré disponible a la hora que sea -le dijo levantándose del sofá. Y así, salió de la casa, como si nunca hubiese estado ahí.


Valentina se quedó sola en el salón, sin saber que hacer.

Se quedó toda la noche despierta, sospesando sus opciones.


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𝓪𝓪𝓪𝓪𝓪𝓪  𝓮𝓼𝓽𝓮  𝓱𝓪  𝓼𝓲𝓭𝓸  𝓶𝓲  𝓹𝓻𝓲𝓶𝓮𝓻  𝓬𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸,  𝓮𝓼𝓹𝓮𝓻𝓸  𝓺𝓾𝓮  𝓸𝓼  𝓱𝓪𝔂𝓪  𝓰𝓾𝓼𝓽𝓪𝓭𝓸 <3

𝓲𝓷𝓽𝓮𝓷𝓽𝓪𝓻é  𝓪𝓬𝓽𝓾𝓪𝓵𝓲𝔃𝓪𝓻  𝓬𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸𝓼  𝓵𝓸  𝓶á𝓼  𝓼𝓮𝓰𝓾𝓲𝓭𝓸  𝓹𝓸𝓼𝓲𝓫𝓵𝓮𝓼𝓲  𝓽𝓮𝓷é𝓲𝓼  𝓲𝓭𝓮𝓪𝓼  𝓹𝓪𝓻𝓪  𝓵𝓪  𝓱𝓲𝓼𝓽𝓸𝓻𝓲𝓪  𝓭𝓮𝓳𝓪𝓭𝓶𝓮𝓵𝓪𝓼  𝓮𝓷  𝓵𝓸𝓼  𝓬𝓸𝓶𝓮𝓷𝓽𝓪𝓻𝓲𝓸𝓼 𝓹𝓸𝓻𝓯𝓲𝓼

𝑨𝑻𝑹𝑨𝑷𝑨𝑫𝑨 𝑷𝑶𝑹 𝑳𝑨 𝑳𝑬𝒀 - 𝐉𝐀𝐕𝐈𝐄𝐑 𝐏𝐄Ñ𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora