CAPÍTULO 96

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Fue la mañana más triste y en vela para Jihyo, pues lo sentimientos y el dolor fueron todo aquello que la atormentaban últimamente, no solo por su matrimonio, sinó porque era el cumpleaños de su mejor amiga e iba a ser un día triste y lleno de lágrimas, opacado por el sueño. Sin embargo, decidió prepararse rápidamente, llevó a su hijo con sus padres y se dirigió al hospital; Rosé la necesitaba y ella iba a estar ahí, cumpliendo cada una de las promesas que una vez le hizo a su mejor amiga. Por otro lado, la familia Kim ya se encontraba en el hospital junto a Jisoo y a Haneul.

─Pero que linda estás hoy, mi amor. Estoy segura que serás igualita a tú mami en un futuro. ─dijo Irene orgullosa acariciándole la manito a su nieta.

─¿Cómo te sientes, Ro? ─preguntó el pequeño Leo.

─Mucho mejor ahora que ya podré levantarme de está cama. ─contestó la rubia amablemente.

─Mami, ¿ya podemos ir a ver a la tía Chu? ─preguntó el pequeño Manoban acercándose a la mencionada.

─En un momento iremos, primero esperaremos a que le terminen de administrar los medicamentos a Rosie. ─contestó Jennie sonriendo.

─Buenos días. ─saludó Jihyo y comenzó a saludar a todos los presentes, pero cuando llegó hasta Rosé, ambas se miraron, se abrazaron y rompieron en llanto. No hicieron falta palabras, ellas sabían la razón de sus lágrimas. ─Vine a acompañarlas.

Rosé la abrazó más fuerte en busca de consuelo, pues sentía un vacío enorme en su pecho, un vacío irremediable que la hacia actuar por inercia ante todo. En pocos días ella podría abandonar el hospital, pero ni su hija o su esposa lo harían dentro de mucho tiempo, por lo tanto, ella estaría sola en casa porque no podría permanecer para siempre en esas cuatro paredes blancas, por supuesto que no abandonaría el hospital de manera definitiva, pues aún tenía que estar al pendiente de Haneul y se sentía completamente segura de que no podría dormir en su casa sin sentir a Jisoo a su lado, así que no sabía que era peor, pues no quería alejarse de su familia un instante. Jeongyeon, Dahyun y Nayeon también llegaron a saludar a Rosé y a la más pequeña de las Kims, y al cabo de unos minutos se hizo oficial, Rosé se puso de pie. Después de días acostada, el verse al espejo fue un shock enorme para ella misma, lucia más delgada, pálida y unas ojeras oscuras resaltaban; el significado del dolor del alma, porque el del dolor fisico se curaba en algún momento, pero el del corazón ¿en qué instancia? ¿cuando lo haría?. Con ayuda de Alice logró ponerse una sudadera, una que no le pertenecía a ella, sino a su esposa y que Jihyo le trajo sin chistar; su olor la hacia sentirla junto a ella y le daba calidez, le hacía sentir que Jisoo estaba abrazándola por la espalda como siempre lo hacía cada que ella estaba arreglándose frente al espejo. Una lágrima se deslizó por su mejilla izquierda y apartó la mirada de su propio reflejo con rapidez, tímida y afligida.

─Mamá, papá. ─mencionó la rubia con la voz entre cortada.

─Nos quedaremos cuidando a Haneul, tú ve tranquila. ─respondió la señora Park, acercándose a su hija menor. ─Tú puedes, hija. No te rindas. ─acarició sus mejillas con delicadeza y Rosé asintió con un nudo en la garganta. Dió unos pasitos, se agachó al nivel de su hija, frotó su cabecita con delicadeza mientras se grababa su imagen en su mente y con la ayuda de las amigas de su pareja, se dirigió despacito a la habitación de su esposa.

Un par de minutos en silenció les tomó hasta llegar a la habitación de Jisoo, sin embargo, cuando la rubia vio que su esposa ya tenía compañía decidió detenerse en la puerta. Sus acompañantes no musitaron una sola palabra y se quedaron tiesos observando la escena.

La habitación de Jisoo se encontraba llena de flores, rosas, girasoles, globos y guirnaldas, en principio, provenientes de Dior y Cartier, pues resaltaban sus logos en ellas junto a varios obsequios; una habitación bellísima y especial para alguien tan celestial como Jisoo, sin embargo, la cantidad de seguridad y obsequios que se amontonaban en las esquinas dejó en descorciento a quienes a los lejos observaban.

Gay Panic |Chaesoo| Editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora