Cita: Cap 4

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Lo prometido es deuda. 🙌

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-¿De verdad miras tanto a mi princesa como tu hija, que tu cuerpo respondío a eso? -  Pablo tragó saliva como por cuarta vez, sentía su garganta muy seca.

Asintió ante la pregunta del mayor. Estaban ahora sentados en el comedor de la casa de Robert, Klara jugaba en el suelo con unos juguetes. Mientras que ellos estaban hablando de lo que les habían dicho en el hospital.

Ahora Pablo era la madre, no biológico, pero seguía siendo la madre de Klara. Una parte de Pablo estaba contenta de eso, pero su parte racional le gritaba.

¡No había tenido ni una cita con Robert y ya había llegado reclamando su lugar en su pequeña familia!

Si su vida fuera una película ¿Cómo se llamaría? ¿Madre por accidente? Sonaba justo como lo que le acababa de suceder.

-¿Qué harías si te dijiera que me voy a mudar a otro país y me llevo a Klara conmigo?- el aire en sus pulmones empezo a faltar.

Miró al Alfa completamente enojado y con miedo, estaba serio y con los brazos cruzados sobre su pecho. No podía, Robert no podía hacerle eso, era su cachorra, no podía quitársela.

-¡Porque harías eso, justo ahora, en este momento! - No supo en qué momento sus ojos se habían llenado de lágrimas, Robert no podía sacarle a Klara, no ahora.

-¿Baba? - Klara dejó lo que estaba haciendo para mirar a sus padres, podía sentir el aire de tristeza en su mami, no le gustaba verlo triste, eso nunca sucedía. Robert por su parte solo sonrió, confundiendo más a el otro.

-Tanto la queres, ¿Eh? ¿Donde estuviste antes? Si te hubiera encontrado, quizás mi princesa no hubiera sufrido tanto. -Gavi se sintió avergonzado, muy avergonzado, y una parte suya molesta, Robert le había hecho una prueba.

-Yo la quiero, no pienses alejarla de mi. -ya había formado un lazo con Klara, si los separaban, ambos iban a sufrir bastante. Robert solo sonrío, con su tipica sonrísa tranquila.

-No lo voy a hacer, Gavi. Y vos ya no podrás tampoco escapar de mi, no te voy a dejar. - Pablo se sonrojó ante esa declaración, supo leer entre líneas. Una manito jaló su ropa y miró hacía abajo, Klara quería subirse a su regazo.

El Omega alzó con cuidado a la pequeña, y la a sentó en sus piernas, ella giró rapidamente a sus pechos tocando allí, ya era su hora de comer, y desde que empezó a darle de lactar, no había tocado su mamadera.

Se alzó la camisa acomodando a la pequeña para que pudiera comer tranquila. Klara dió un ronroneo complacido mientras succionaba su pezón con ganas.

Pablo sintió como el aroma del Alfa se volvía pesado, cargado con un poco de excitación, su boca se hizo agua al oler algo de esa manera.

Alzó su rostro para ver al mayor, sus bellos ojos, ahora intensos, posándose sobre él, y no se despegaban de sus pechos.

Tragó saliva, sintiendo sus mofletes arder, más rojos que un tomate maduro, sabía, en sus estudios sobre los cachorros, aprendía todo tipo de cosas. No era un secreto que a los Alfas les encantaba la leche materna que daban sus Omegas.

No solo su sabor, si no que también era bueno para ellos al ser tan nutritiva, y sus pechos habían crecido un poco (mucho) más desde la vez en la que Klara tomó leche por primera vez, y no dejaban de producirla.

Quizás podría hacer algo de lo cual talvéz se arrepentiria mucho después, O sino solo tendría un poco de vergüenza.

Alzó bien su camisa mostrando su otro pecho lleno, Robert abrio más sus ojos ante eso, era una invitación para que él también pudiera probar. Los mofletes rojos del menor se lo podía confirmar, y no quería desaprovechar esa oportunidad, el aroma lo estaba volviendo loco.

¿Mamá? | Lewandowski x Gavi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora