Narra Malú
Los días pasan y el viaje está por acabar. He sabido por Vero que Mateo recuperó a Eva, la única noticia que ha conseguido alegrarme desde hace más de dos meses.
Cada noche, al volver a mi habitación, mi flor ha llegado, pero yo no me he visto capaz de volver a hablar con él. Cuando lo pienso la herida vuelve a escocer.
El concierto aquí está por empezar, hemos ensayado cada canción más de una vez e incluso con los invitados que tendré. Es un público pequeño, pero yo no puedo estar más nerviosa.
- Antes de ti, no, yo no creía en Romeos, Julietas, muriendo de amor. Esos dramas no me robaban la calma...
El momento llega y entono la voz, expulsando cada palabra de esta canción cargada de dolor, y reprochándole a Mateo su aparición en mi vida.
- Dicen que se sabe si un amor es verdadero cuando duele tanto como dientes en el alma.
Si esto fuera cierto, no pondría en duda que fuimos hechos para estar uno con el otro.
A: Enhorabuena.
- Gracias, Antonio.
He recibido las felicitaciones de todo el equipo. También las suyas, y aunque no hemos vuelto a follar y los primeros días las cosas no fluyeron de lo mejor entre nosotros, hemos limado asperezas, y podría decir que me llevo algo parecido a un amigo de Mexico.
A: No sé qué te guardas en la garganta, pero vaya burrada.
Sonrío con timidez, bajando la mirada. Armando ha quedado súper conforme, lo que me llena de satisfacción. Y Rosa me mira orgullosa, creo haber conseguido lo que se esperaba de este show.
A: No te crees ni tú el éxito que ha sido.
Hay una parte de mi que realmente le cuesta interiorizar que mi carrera está llegando más lejos de lo que alguna vez me atreví a soñar.
- Es que es muy fuerte.
A: Creo que a mí me daría vértigo.
Admite divertido, pero honesto.
A: Lo llevas bien.
- Pues no sé cómo más podría hacerlo de otra manera.
A: ¿Cuáles son tus planes al volver?
Se interesa acompañándome a fumar.
- Empezar por zamparme un puchero de mi madre.
Le hago explotar en una carcajada. Yo también me río, pero es la verdad.
A: Estas muy loca.
- Si vienes a España, te invito a probar la mano de ángel que tiene la Pepi.
A: Me lo voy a cobrar.
Advierte.
A: ¿Vas a ir a por el tío de las flores?
Le miro suspicaz.
A: No hace falta ser muy listo para darse cuenta que tienes una historia inconclusa allí.
- ¿Por qué?
Me sorprendo.
A: Eres demasiado transparente, señorita.
- Y tú un cotilla.
Le acuso.
A: Puede.
Acepta su derrota.
A: Justamente por eso quiero saber si vas a ir a por él...
ESTÁS LEYENDO
Todos los secretos (Segunda parte)
RomanceUna historia en la que TODOS tienen algo que ocultar