Prólogo.

8 0 0
                                    

24 de abril del 19XX, España. 

Yo y el gato. 

Caminando por una cuesta abajo en un día lluvioso, me encamine hacia la panadería del pueblo en el que me residía actualmente. El olor a humedad mezclado a pan recién horneado hizo que aumentará mi paso hasta la tienda. Deteniéndome cuando escuché el llamado de un pequeño gato que se encontraba debajo de un coche, me agaché despacio y con cuidado estiré mi mano hacia el pequeño animal.

— No temas, no te haré daño.

En un tono bajo casi como un susurro, hice un movimiento rápido y pude agarrar al pequeño gato, el cual se encontraba sucio y helado. Lo metí debajo de mi abrigo marrón y poniéndome de pies, esta vez entrando a la tienda, limpié mis pies un poco en la alfombra del rellano y camino unos pasos hacia el mostrador.

— Buenas tardes.

Alcé un poco mi voz, ya que en ese momento no se encontraba el dependiente de la tienda en el mostrador, dirigí mi vista hacia el gatito escondido en mi abrigo y le sonreí dulcemente.

— Buenas tardes, ya estoy aquí. Disculpe la tardanza.

Una voz masculina y suave se dirigió hacia mi, quitándole mi atención al gato.

— No se preocupe, ¿Podría darme una barra de pan?

Con una pequeña sonrisa de labios cerrados, dirigí de nuevo mi vista hacia el gatito el cual se encontraba algo mejor ya que no tenía tanto frío.

— Que lindo gato. ¿Estaba perdido?

De nuevo fui interrumpido.

—Eso creo, lo encontré debajo de un coche mientras venía. Me lo llevaré a casa y cuidaré de él.

Respondí mientras recogía el pan y lo colocaba debajo de mi brazo y procedía a sacar mi cartera.     

— ¿Cuánto es?

Pregunté.

— 33.28 pesetas.

Respondió el contrario.

—Aquí tiene.

Le di lo que correspondía y procedí a guardar mi cartera.

— Que tenga lindo día, adiós.

Me dirigí hacia la puerta de la tienda y saliendo del lugar me dio una ráfaga de viento que me despeinó todo el flequillo. Caminé rápidamente hacia mi casa mientras colocaba un poco mi pelo y cuando llegué a mi puerta saqué las llaves.

— Ahora que lo pienso, debería ponerte un nombre.

Dije mientras miraba al gato y abría la puerta.

— Necesitaré algo de tiempo para pensarlo.

Cerré la puerta tras de mí con llave, dejé al gatito un momento en el suelo y me desabroché mi abrigo, para colgarlo seguidamente en un perchero, también coloqué mis llaves en un mueble que tenía justo en la entrada.

— Vamos gatito.

Agarré al gatito entre mis manos, aún con la barra de pan sujeta debajo de mi brazo y pasando por el pasillo de madera que crujía debajo de mis pisadas, me dirigí hacia la cocina para colocar el pan sobre la mesa.

— Espero que no seas muy escandaloso, porque te voy a tener que limpiar.

Miré al gato como si me entendiera y este solo se limitó a mirarme como si estuviera loco, reí un poco y salí de la cocina. A la derecha del pasillo se encontraba el baño. Cerré la puerta tras de mí para que no escapara.

— Espero tener agua caliente.

Dejé al gato dentro de la bañera, en la cual había una alfombrilla algo desgastada con estampado de patitos. Abrí el grifo de la bañera despacio y puse mi mano debajo del agua, por suerte si tenía agua caliente y la regulé para que no quemara mucho. Puse el tapón de la bañera para llenarla un poco.

— Bien, comencemos.

Agarré algo de jabón que tenía en casa y despacio lo apliqué en el pequeño cuerpo del gato, evitando sus ojos, orejas, nariz y boca.

— Pensé que serías más complicado de tratar.

Exclamé mientras miraba algo, que a pesar de que se le veía con miedo ante el agua no estaba maullando ni mordiendo, aunque si me arañaba un poco las manos ya que intentaba agarrar un poco de ellas. Alcancé la manguera de la bañera y con una intensidad baja la pase sobre el pequeño gato.

— Ahora que se está yendo la mierda, puedo ver tu verdadero color.

Bromeé un poco mientras los pelos del pequeño gato se ponían completamente de punta, como si fuera un erizo por culpa del agua.

— Eres muy lindo.

Comenté terminando de limpiar el pelaje del gatito, el cual era de un lindo color marrón y blanco.

— Tus ojos y tu color de pelo contrastan mucho la verdad, aunque te queda perfecto eso.

Miré sus ojos de color azul claro, los cuales tenían sus pupilas completamente dilatadas y que me miraban con intensidad. Saqué el tapón de la bañera y con eso se fue el agua sucia de la bañera. Saqué al gatito de la bañera y extendí mi brazo izquierdo libre para agarrar una toalla y secarlo con esta.

— Hoy deberíamos de descansar juntos para que no pases frío.

Dije mientras terminaba de envolver la toalla alrededor del gato. Caminé fuera del baño y fui hacia el frente, donde se encontraba mi pequeño salón.

— Encenderé la chimenea, así puedes secarte más rápido.

Salí del salón y entré a la cocina, la cual era algo pequeña y modesta, con algunas goteras y con la pintura descolorida. A paso rápido me dirigí hacia la derecha de la cocina donde había una pequeña puerta de metal que daba con un patio, agarré algo de madera de debajo de una lona mal puesta que tenía allí y volví dentro. Fui hasta el salón y coloqué la madera, agarré una caja de fósforos y aunque costó un poco al principio conseguí que prendiera y lo coloqué entre los palos.

— Espero que encienda rápido.

Me levanté de nuevo y me dirigí a la cocina, saqué algo de carne cruda que tenía en la nevera y la puse en un plato pequeño, también serví en un cuenco algo de agua. Con todo ya servido coloque ambos recipientes algo alejados de la chimenea pero visibles para el gatito el cual no se movió en lo absoluto de su sitio.

— Puedes comer cuando quieras, es para ti.

Con una voz dulce le dije al gatito intentó animarlo para que comiera, pero no pude quedarme mirándolo ya que mis tripas rugiendo por comida también rompieron el silencio.

— Ahora vengo.

Volví a la cocina para servirme algo de comer, no tenía mucho así que preparé una tortilla, por suerte aún me quedaba algo de gas en la bombona y pude comer sin mucho problema. Al terminar volví a donde estaba el gatito el cual ya había terminado de comer y que se había quedado dormido sobre la toalla medio húmeda que usó antes. Despacio me dirigí a por una manta y un cojín que tenía en el sofá y me recoste a su lado, mientras el calor de la lumbre y la calmada lluvia llenaban todo el espacio. 

__________________

No se en que momento acabe escribiendo tanto xDd

Espero que guste a cualquiera que haya llegado hasta aquí. Cualquier sugerencia o crítica es bienvenida mientras no me falten el respeto xdd

Muchas gracias, hasta luego.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 13, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Lost.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora