La Fuerza del Destino ||Sunghoon y tú||

Colín

Capitulo 3.- Colín

Pov ___:

— Yang ____ — respondí con interés mientras sonreía con emoción.

Situación interrumpida por los balbuceos de mis amigos, en especial SuA, cuya chica inmediatamente supo de quién trataba.

— ¿Bailamos? — preguntó con un toque de ternura y varonil a la vez — o ¿conversamos?

Lo segundo me agrado más, así que opté por ello, del cual con una peculiar gesto asintió.

— Me disculparías unos minutos, por favor — le pedí mientras señalaba a los demás de mi al rededor y sin negarse accedió indicando volver a la pista de baile.

Discretamente le envié un mensaje a Jungwon, por otro lado Jooyeon debía marcharse, su novia lo esperaba a fuera y SuA también.

— ¿Les acompañamos a casa?

— Gracias, pero no, ¿tú? — me preguntó Yoohyeon.

— Igual — respondí con una sonrisa.

— Bien, cuídense.

Se despidió Heeseung con amabilidad.

Miré a Yoohyeon de reojo pues parecía esperar con interés algún acontecimiento, y en otro lado el chico de pelo oscuro siguió bailando junto al grupo de personas que lo acompañaban.

Y de acuerdo a mi petición, al poco rato volvió, presentando a un amigo suyo, pidiendo sentarse a lo cual ni una de las dos negó. 

No hubo ninguna incomodidad, lo muy contrario, desde su voz, su físico, sus expresiones, todo.
La manera en el que te envolvía dentro de las conversaciones más simples te hacían cosquilleos en el estómago.

— ¿Ha si qué tienes diecinueve? — pregunté cómodamente.

— Si — contestó con diversión — ¿tú?

— Veintidós — respondí castamente pero éste con emoción sonrió. 

— Noona — asentí a lo cual se acercó con discreción y me susurró “no me importa tu edad si eso te inquieta”. Que atrevimiento el suyo, me gusta — y, no hay problema con que dejé a un lado las formalidades, ¿cierto?

— Ninguno — reí nerviosa, para luego enderezar mi cuerpo con firmeza, de tal manera en el que me mostrará segura — y cuéntame Sunghoon, ¿sales con alguien?, advierto que si mientes la situación saldrá mal, así que responde sabiamente.

— Me has robado las palabras de la boca — contesto él con negación — con nadie y... ¿tú?

Pareció que esa pregunta le había resultado interesante ya que apuntó sus ojos contra los míos con inquietud.

Sonreí e instintivamente escupí un fuerte y claro "no".

Supuse que eso era lo único más importante por ahora, pues mientras ninguno mantuviera algún romance, los dos teníamos la libertad de llevar la estabilidad emocional hasta donde deseemos permitir.

[...]

Dos horas transcurrieron con rapidez, suficientes para al menos saber lo básico de cada uno, incluyendo a nuestros amigos, quienes también pareció agradarles su mutua compañía.

De acuerdo al tiempo, al ser tan noche se ofrecieron a acompañarnos.
Dudamos un segundo; sin embargo la diversión no pareció ser pasajera y accedimos.

“No temas, se patear traseros", reí fuerte al oír a Yoohyeon con tanta brutalidad en sus palabras.

Al volver del sanitario inmediatamente corrimos al auto de quién me saludó en un principio.
De una manera u otra, terminó con un agradable paseo por los al rededores de la ciudad. La brisa golpeaba con suavidad mi cara, mientras iba a la par de la tenue música de fondo que constaba en la radio.