El fin de semana que Yuuri y Viktor compartieron en el parque Rzhevskij podría catalogarse de agridulce, si bien la soledad y la paz del sitio les permitió disfrutar de su incipiente relación siempre tuvieron presente la realidad de una inminente separación. Yuuri sabía que el ruso en cualquier momento se marcharía sólo que a ese temor se sumaba el de pensar en que podría tener problemas en su mundo y eso lo hacía sentir culpable pese a que Viktor tratara de tranquilizarlo lo cual era muy difícil de lograr.
Pasaron un par de semanas; Después de la navidad ortodoxa (que se celebra el 7 de enero) al fin la ciudad volvió a su ritmo normal, las vacaciones se terminaron y Yuuri tuvo que regresar al laboratorio lo que lo mantenía fuera de casa todo el día. Viktor mientras tanto dió un par de recorridos por el hospital para cumplir algunas misiones de las que el nipón tenía pleno conocimiento pero que prefería no preguntar. Además había otra cosa que ocupaba la atención del japonés y eso era la próxima apertura de su academia de patinaje la que planeaban realizar a fin de mes.
Una noche en la que Yuuri estaba sentado en su escritorio revisando el contrato de renta de la pista, Viktor repentinamente lo abrazó por detrás a la vez que besó su mejilla.--¿Todo está en orden?.-- preguntó apoyando su mejilla contra la del nipón.
--Lo está, es sólo que hay demasiadas cosas que atender antes de abrir un negocio.--
--Eso supuse, claro que todo empeora debido a la burocracia.--
--Esa es la peor, quizás en tu época no era tan engorrosa.--
--¿Mas? el director Petrov cada año batalló por un sitio para el orfanato en la feria de la ciudad y nunca se lo concedieron, decían que las bufandas y guantes que fabricabamos eran de baja calidad lo cual no era verdad.--
--Yo sólo sé que daría lo que fuera por tener alguna de esas piezas hechas por ti.-- Yuuri tomó una de las manos del ángel y la besó dulcemente.
--¿Yurio vendrá esta noche?.-- preguntó el ángel.
--Dijo que me ayudaría a crear una página web para la academia, además con este clima no creo que su abuelo acepte traerlo.--
--Entonces debe estar muy ocupado.--
No obstante no tuvieron que esperar mucho tiempo ya que media hora después Yurio llegó con una amplia sonrisa.-- ¡Vaya qué sorpresa tenemos aquí!, no pensé que vendrías hoy, además hace mucho frio y viento.-- dijo el nipón al abrir la puerta dando paso a un chico vestido con un grueso abrigo
--Mi abuelo argumentó que hay mucha nieve en la calle pero le dije que si no me traía igual me vendría en el metro.--
--No debiste venir con este clima y a esta hora.-- dijo el ángel.
--Lo sé pero no podía esperar hasta mañana.-- respondió mientras sacaba su lap top y la colocaba encima de la mesa de centro de la sala.--Terminé la página web, ya está lista y funcionando.-- añadió con orgullo.
--¿Qué? ¡pero dijiste que apenas harías el prototipo para que yo lo viera!.--
--Si lo hubiese hecho asi todavía no lo terminaría, me habrías puesto a corregir cada detalle de tu biografía.--
--¿Pero pusiste mi biografía?.--
--Así es.--
Yuuri acomodó bien sus lentes para leer una columna que se destacaba a un lado de una bien organizada página web, ahí leyó su propia biografía cuidadosamente redactada, toda la información era la correcta demostrando que había sido recolectada por un verdadero fan.--No entiendo a que te refieres con cada detalle de mi biografía si todo es correcto, excepto por algunos elogios que no creo merecer.-- Yuuri podía ser una leyenda del patinaje pero era bastante modesto cuando se trataba de recibir halagos.
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Send me an angel
FanfictionEn una noche de invierno un carruaje corre frenético, dentro de el seis huérfanos conducidos por su profesor huyen de la revolución rusa la cual está en su punto álgido, creen que van hacia la salvación pero...la muerte los acecha en una remota mont...