Chapter 1

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Narrador pov.

-𝑆𝑡𝑜𝑙𝑎𝑠 𝑠𝑖𝑑𝑒.

Un nuevo día, eso es lo que anunciaban los primeros rayos de luz asomando por la ventana de la habitación del príncipe, golpeando incómodamente en la cara del mismo.

-Ugh...-Se dió la vuelta tratando de evitar aquél molesto resplandor, más el moverse ocasionó que se medio despertará, abriendo los ojos a la vista de una cama vacía, 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘴𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦.

Una vez levantado tomó asiento en su tocador, su silueta delgada y ahora desmejorada por su inapetencia, su faz mostrando aquel cansancio y carga que llevaba en el, aquellos grandes ojos que cargaban con el peso de su dolor. Todo era 𝘳𝘦𝘱𝘶𝘭𝘴𝘪𝘷𝘰 para él. Su reflejo en el espejo le causaba rechazo absoluto, aborrecía la realidad que este le mostraba, preguntándose a si mismo "¿Cómo termine así?"

Habían pasado exactamente dos lunas llenas, casi dos meses donde no habían sabido nada del otro, dos meses donde el emplumado príncipe no podía con todo lo que pasaba por su mente, teniendo que calmarse doblando la dosis diaria de sus pastillas, pensando que quizás así se dejaría de sentir tan 𝘮𝘪𝘴𝘦𝘳𝘢𝘣𝘭𝘦. Pero claro, no todo lo puede solucionar un puñado de pastillas, menos algo como lo que le atormentaba desde el momento en el que el sol daba sus primeros rayos hasta que la luz de luna acompañara el manto de la noche. No, eso no tenía solución alguna, o al menos eso pensaba el Goetia.

-𝐵𝑙𝑖𝑡𝑧 𝑠𝑖𝑑𝑒.

-Beep, beep, beep...-Anunciaba un nuevo día el molesto despertador, siendo apagado casi a golpes por un pequeño demonio.

Cuando aquél diablillo se dirigía hacia el baño casi de manera automática a tomar una ducha, vió su reflejo en aquél pequeño espejo que tenía frente al lavabo. "Que 𝘢𝘴𝘤𝘰." fue lo primero que pasó por su mente al verse, tenía una mancha de alcohol en la ropa, sus ojos un tanto hinchados y debajo de ellos unas ojeras bastante visibles, mostrando lo poco o nada que dormía, estaba hecho un desastre. Suspiró para cerrar el baño y retirar su ropa, no tenía el tiempo para torturarse a si mismo esa mañana, no 𝘮𝘦𝘳𝘦𝘤í𝘢 su autocompasión, no 𝘮𝘦𝘳𝘦𝘤í𝘢 la lastima de nadie, no era 𝘮𝘦𝘳𝘦𝘤𝘦𝘥𝘰𝘳 de 𝘯𝘢𝘥𝘢 que fuera lo más mínimamente a su favor, así siempre se le había enseñado y el viviría en esa expectativa, siendo justamente este período de tiempo mucho más presente que antes.

Entró a la ducha, gotas cayendo en su rostro, no dejándole discernir entre sí eran sus lágrimas o el agua lo que recorría su faz, un sentimiento de culpa se posaba nuevamente en su pecho, pues lo que había ocurrido la noche en Ozzie's seguía atormentando su cabeza. "Soy una puta mierda, una puta mierda que no sirve para nada." ese tipo de pensamientos inundaron su mente con tanta facilidad que podría parecer hasta 𝘢𝘨𝘰𝘯𝘪𝘻𝘢𝘯𝘵𝘦 sí fuera visible para todos.

"¿Qué me costaba dejar de lado mis estúpidos sentimientos y cojerme a ese imbécil emplumado? Puta madre...soy un maldito desastre." Se regañaba mentalmente una y otra vez, maldiciendo su propia existencia. Había sido imprudente y a causa de ello había 𝘱𝘦𝘳𝘥𝘪𝘥𝘰 lo poco que tenía. Siempre lo hacía, pero nunca pensó que está vez dolería tanto.

No había trabajado en esos dos meses, pues Stolas tenía posesión del libro. No tenía ingresos, sus empleados aunque eran comprensivos, claro que necesitaban paga, y cada vez todo se hundía más para él en todos los sentidos. Necesitaba el grimorio, y necesitaba ver a... No, claro que no necesitaba verlo, solo eran sus emociones jugandole una mala pasada. ¿Cierto?

-Estoy bien. Estoy perfectamente.- Se dijo a si mismo mientras se secaba con una toalla. Lo había decidido, iría a hablar con el Goetia.

...O eso planeaba, quería estar preparado, el grabarse lo que diría y como lo diría era esencial para él, no quería arruinarlo, no 𝘰𝘵𝘳𝘢 𝘷𝘦𝘻. Frente al espejo de su lavabo ensayó qué diría, una y otra, y otra vez.

Sus intentos de actuar "𝘯𝘰𝘳𝘮𝘢𝘭" pasaron de penosos a patéticos en cuestión de horas.

Frustrado, pasó su mano por su rostro, cerrando los ojos derrotado, ¿Realmente era una causa pérdida cómo todos decían de él?

Una mano se posó en su hombro izquierdo con una delicadeza que había disipado los pensamientos que ocupaban su cabeza para centrar toda su atención en el contacto, parecía que lo tocará como si el imp fuera la cosa más frágil del universo. Aquella mano le transmitía apoyo, estabilidad y... Quizás algo más.

-Querido, lo harás bien.- Escuchó aquella voz familiar casi a la par del momento en el que había sentido el tacto, abriendo sus ojos de par en par solo para toparse con qué su mente había jugado con él, él brillo que se había posado en sus ojos desapareció en cuestión de segundos, su mirada volviendo a ser opaca una vez más.

Una maldición se escapó de sus labios, preguntándose por qué aquello que tanto le disgustaba le hacía sentir de tal forma.

¿Por qué era é𝘭 el que le hacía sentir tan alto y tan bajo en cuestión de segundos?

¿Por qué todo se volvía tan difícil con é𝘭?

-...¿Por qué él?- Dió una última mirada a su espejo y con rabia golpeo su puño con aquél frágil cristal, dejando los pedazos del mismo caer sobre el suelo mientras que de sus nudillos, ahora dañados, brotaba aquél líquido espeso reconocible para él. Estaba harto de todo, de el, de él Goetia, de... 𝘴𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳.

...

┇912 𝘱𝘢𝘭𝘢𝘣𝘳𝘢𝘴.

Once more to hold you ➥StolitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora