Capítulo 12. Tiempo juntas

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Tres tatuajes

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Tres tatuajes.

¿Tres?

Los ojos de T/n estaban fijos en la pantalla de su computadora portátil, volvió a leer parte del artículo y frunció el ceño ante la nueva información. Hace un tiempo, estaba navegando por Internet para tratar de deshacerse de su bloqueo de escritora cuando 'accidentalmente' hizo clic en una de las viejas entrevistas de Hailee.

No estaba buscando fotos de la actriz. O vídeos.

"¿Tres?" Se repetía a sí misma, contando mentalmente. Su cabeza se dirigió hacia las escaleras cuando escuchó pasos.

Hailee tuvo una reunión nocturna con algunos de sus amigos Madelaine, Liam, Gigi, Louis, Anna, Harry y Niall y acababa de despertarse.

Entró al comedor cómo una persona totalmente diferente a la de esas fotos que T/n no había estado mirando hace un tiempo. La actriz vestía una camiseta blanca de gran tamaño, pantalones cortos grises holgados, con su cabello largo recogido en una cola de caballo desordenada. Se veía tan adorable que T/n no pudo evitar la sonrisa que se formó en su rostro.

La actriz murmuró un buenos días a T/n, quien le sonrió.

Sus ojos siguieron los movimientos de Hailee mientras tomaba su taza favorita y se dirigía a la máquina de café. La actriz se acercó para agarrar el café, revelando uno de sus tatuajes.

Hailee le dio la espalda a T/n para poner azúcar en su café. Los ojos oscuros se posaron en la nuca de la actriz, recordando lo suave que había sido su piel cuando se besaron esa noche.

T/n se aclaró la garganta.

Ahí estaba, el segundo tatuaje, el símbolo del infinito.

Sus ojos siguieron a Hailee nuevamente mientras la actriz caminaba hacia el refrigerador, abriéndolo para buscar algo para comer. Era casi mediodía después de todo. Sus ojos bajaron, buscando el último tatuaje.

¿Dónde está el tercero?

Sus ojos se posaron en los pies descalzos de Hailee antes de volver a subir, deteniéndose en el trasero de la actriz.

T/n se tragó el nudo en la garganta que se formó de la nada.

Entonces sus ojos se deslizaron lentamente hacia arriba.

Cuando Hailee encontró lo que quería, cerró la nevera y volvió a buscar su café. Ahora, con la comida y la bebida en la mano, Hailee dió los últimos pasos para unirse a su esposa en la mesa del comedor, pero antes de sentarse se detuvo.

Hailee arqueó una ceja.

"¿Estás mirando mis tetas?"

Los ojos oscuros se levantaron. Hailee no parecía enfadada. Parecía que estaba a punto de reírse. T/n sintió que le ardían las orejas.

El acuerdo - Hailee SteinfeldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora