Dame una razón (trece cartas de un amanecer sin ti)

Nuestro primer amanecer

Hoy justo como otros días vengo a mirar el amanecer a la orilla de la playa, últimamente me cuesta mucho mantenerme quieta o pensar en una sola cosa, nadie nunca me dijo que iba a pasar por todo esto después de terminar la universidad. Extraño a mis amigos y las cosas que hacíamos en la escuela cuando teníamos ratos libres, el simple hecho de pasar el rato juntos y ver el mar con ellos por las tardes me reconfortaba de una manera que no sabia hasta que ya no pude compartir más momentos así con ellos.

A lo lejos puedo ver a alguien sentado tan cerca de la orilla del mar que puedo apostar que las puntas de sus tenis ya están mojadas, no se quien será, aunque debo admitir que desde esta distancia se ve guapo y musculoso. Rayos!!! Acaba de voltear en mi dirección, mejor me centro en el paisaje. Vuelvo a dar un vistazo en su dirección, pero ya no está; antes cuando lo vi pude ver que su rostro reflejaba tristeza, ¿que le habrá pasado? Ojalá no sea nada grave.

Cuando estaba por irme se acerco el chico de la playa, no lo había notado detrás de mi hasta que vi su sombra sobre la mía.

-Hola, no es la primera vez que vienes a esta playa, ¿verdad?

-Hola – dije con la mente en blanco – no, vengo cuando quiero tomar un poco de inspiración, es la primera vez que te veo

-Claro, si – dice torpemente sacudiéndose arena de la mano – mucho gusto, mi nombre es Logan

Su mirada fue tan encantadora como la de un idol presentándose a su amada en un drama, aunque aun tenía ese pequeño ápice de tristeza. Luego de presentarnos se me hizo simpático, es mayor que yo por un par de años y vive cerca de la zona, no quise preguntar que le pasaba así que nos limitamos a quedar otro día en la playa para ver el mar juntos otra vez, dimos una fecha y hora; no dimos números o direcciones, pero estoy segura de que lo volveré a ver.

Han pasado casi dos semanas desde que vi a Logan por ultima vez, la última vez me sorprendió llevando golosina y unas bebidas para acompañar nuestra profunda platica sobre porque debería adoptar un perro. Debo decir que es un gran amigo, me ayuda a despejar mi mente y supongo que hago lo mismo por él porque ya casi no se ve esa mirada distraída y cansada que tenia al principio.

Luego de la salida me llevo a casa y conseguí que aceptara ir al museo naval de la ciudad, aun no me dice mucho sobre él aunque mi instinto me dice que tiene ganas de hacerlo; hasta ahora se que tiene un hermano y una hermana mayores que él, su padre se fue cuando tenia 13 y su madre se ha dedicado a ellos desde entonces.

Cuando estábamos cerca de mi casa ese día me dijo algo que me alegro el día.

-Dani me divierte mucho pasar el tiempo contigo – comienza a decir sin apartar la vista del camino con una sonrisa – solo espero que podamos seguir viéndonos cuando terminen las vacaciones

- Logan yo siempre voy a tener tiempo para ti

Mis palabras fueron suficiente para que apartara la vista del camino y me diera un beso en la mejilla.

-Eres la mejor – dice sonriendo – cada día agradezco más el verte en esa playa aquel día. 

             Querido Logan,

             Deseo que te vaya muy bien en tu carrera  y podamos seguir viéndonos cada vez que podamos, aunque mi trabajo como maestra de secundaria sea difícil siempre me haré un espacio para ti. Solo quiero que sigas siendo parte de mi vida por mucho tiempo más y ver si esta historia sigue hasta la próxima primavera.