cap 3 - "una copa de vino"

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JOEL MILLER era el tipo de persona que necesitaba tiempo para conocer a alguien y formar una opinión.
En un principio consideraba a Helena una extraña, no le daba un mal presentimiento o algo por el estilo, simplemente no era alguien quien considerar importante.

Al paso de los días, Tommy y Sarah invitaban a aquélla mujer con mas frecuencia.
Durante las primeras visitas Joel apenas le dirigía la palabra, limitandose a solo decir unas cuantas frases cuando Sarah o Tommy lo incluían en la conversación.
Al tiempo comenzó a unirse por su cuenta, Hacía preguntás o jugaba con la mujer cuando está no entendía si hablaba con sarcasmo o seriedad.
Y así con los días logró abrir su pequeño círculo familiar.
Verla por las mañanas preparando el desayuno y entregándole una taza de café eran momentos que de alguna forma lograban ganarse una parte en su corazón.
Y él no se sentía así por una mujer desde hace mucho tiempo...

Desde que la madre de Sarah decidió que la responsabilidad era más de lo que podía cargar, Joel volvió prioridad el cuidar de su hija, apoyándose solamente de su hermano.

A pesar de que por años Tommy intentó convencer a su hermano de que no por ser padre debía negarse a la idea de salir con alguien, Joel solo repetía la misma frase..

"Tengo cosas más importantes".

(...)

Luego de la comida, el reloj digital sobre la televisión marcó las 8 de la noche.
Sarah se despidió de ambos adultos con la excusa de que ya debía de irse a la cama pues se encontraba físicamente cansada debido al partido.

Helena luego de darle las buenas noches iba a tomar sus cosas para regresar a casa, pero Joel le invitó a quedarse.
Algo sorprendida, aceptó sin darle demasiadas vueltas.

Joel se acercó a la cocina y de dentro de un gabinete sacó una botella de vino, tomando dos copas consigo y llevandolas al sillón dónde la mujer se encontraba.

--¿Y a que se debe ésto?-- preguntó sonriente mientras le veía servir el vino.

--Nada especial, simplemente me gusta buscar la excusa para beber una copa de vino-- respondió, sonriendo levemente ante su absurdo intento de broma.

Helena levantó levemente ambas cejas, sonriendo antes de dar el primer sorbo de su copa.

--Gracias por hacer tiempo y venir al partido de Sarah-- dijo mientras se acomodaba en su asiento.

--Joel, debes dejar de agradecerme por cada cosa que hago por ella-- rió. --adoro a esa niña--

Joel sonrió levemente y sin mostrar los dientes.

--¿Puedo hacerte una pregunta..?-- añadió, algo tímida en su tono.

Joel asintió.

--¿Que pasó con la madre de Sarah...?--

El hombre fruncio un poco sus labios, observando la copa en su mano.
Helena rápidamente se maldijo a si misma por hacer una pregunta así. Estaba por pedirle perdón cuando él decidió hablar..

--Nos abandonó..-- dijo a secas. --se fue unos meses luego del nacimiento de Sarah. Un día regresé de casa de Tommy y ví una carta en nuestra habitación...--

Joel hizo una pausa.

--Sarah no fue una niña que planearamos. El día que nos enteramos, dios, fue horrible. Estábamos en nuestros veintes, no sabíamos nada sobre cuidar de un bebé. pero cuándo la ví nacer...-- suspiró con nostalgia. --lo único que podía pensar era en qué ahora dependía de mí, y cuidaría de ella con mi vida..--

Helena sonrió levemente al imaginar aquélla escena.

--Hiciste un buen trabajo...-- dijo ella. --hiciste un buen trabajo al criarla--

Joel la observó unos segundos, sintiendo cierta calidez en aquél cumplido.

Una vez ambos terminaron su copa, volvieron a servir vino en ellas.
Helena comenzó a observar el repertorio de películas que Joel tenía almacenados en una repiza. Luego de pensarlo un poco, Terminó por proponer la idea de ver algo, a lo que él aceptó.
recomendando la película de "caracortada".

--Dios, las clásicas son de tu tipo, ¿No es así?-- sonrió mientras le veía poner la película en el reproductor.

--Mis favoritas-- admitió mientras regresaba a su asiento.

Helena quitó sus zapatos y acomodó sus piernas sobre el sillóm. Joel por otro lado simplemente estiró y acomodó sus piernas sobre la mesita frente a ellos.

(...)

Durante el comienzo, ambos mantuvieron cierta distancia uno del otro. No se sentían incómodos o algo por el estilo, pues ya habían pasado esa barrera hace semanas.
A medida que el tiempo avanzaba, ambos se acomodaban y cambiaban de posición, provocando que progresivamente se sintieran aún más cómodos con tener al otro lo suficientemente cerca...

--adoro esta escena..-- Dijo Helena mientras apoyaba su mejilla sobre el hombro de Joel.

--¿Por qué?-- preguntó sin quitar su mirada de la pantalla.

--Tony, alguien que sabés que es un mafioso y de temer. Le puedes ver bailando, a pesar de no saber bailar, con tal de impresionar a Elvira-- respondió para luego reír en lo bajo.

--Huh..-- dijo. --nunca lo había visto de esa forma--

--Mi padre era un gran fan de Al Pacino, crecí viendo sus películas-- contó mientras se acomodaba. --¿No crees que está haciendo algo de frío..?--

Helena levanto levemente su rostro y buscó con la mirada algo con que taparse. Joel pauso la película, asegurándole que traería algo para ella.
Luego de unos minutos, el hombre regresó con una manta de lana en sus manos.
Regresó a su asiento y acomodó la manta sobré las piernas de ambos.

Helena escondió todo su cuerpo hasta el cuello con aquélla manta. Luego acomodandose su rostro sobre una de las almohadas en el sillón.

(...)

Para cuándo el reloj marcaba las 11 pm, Joel y helena podían sentir sus párpados pesar cada vez más.
Pero ninguno de los dos sintió la necesidad de decirle al otro, siguiendo con ver la película a pesar de que el sueño se apoderaba de ellos.
...

La mañana siguiente Sarah fue la primera en despertar.
Al igual que todos los dias, se apresuró en ir a la habitación de su padre para avisarle que su alarma sonaba, pero al abrir la puerta no encontró a nadie sobre la cama.
Confundida, bajó las escaleras y miró en la cocina, tampoco estaba ahí.

Justo cuándo iba a abrir su boca para llamarle, le encontró dormido sobré el sillón en la sala.
Pero no era todo, pues junto a el se encontraba una dormida Helena, quién Sarah creía se había largado la noche anterior.
Sonrió con cierta emoción, pues llevaba un tiempo planteandose la idea de que su padre saliera con aquélla mujer.

Bajó las escaleras intentando no hacer ruido, acercandose de puntillas hacía el sillón antes de avalanzarse sobre ambos adultos, quienes despertaron al instante.

--Buenos días, dormilónes-- exclamó mientras abrazaba a ambos del cuello. --¿Tuvieron buena noche?--

La niña se levantó de su asiento, dejandoles despertar correctamente mientras abría las cortinas de los ventanales. Luego tomó el control de la televisión y apagó la pantalla que había quedado encendida toda la noche, regañandoles por gastar luz.

--Sarah, hoy es sábado, ¿Qué haces despierta a esta hora..?-- preguntó Joel en un rasposo y susurrante tono de voz.

--Les prepararé el desayuno-- Dijo sin responder la pregunta.

--Buenos días familia-- anunció Tommy mientras entraba en casa.
--¿Acaso ellos...?-- preguntó a Sarah luego de ver a su hermano y a Helena sobre el sillón.

La joven asintió,
a lo que Tommy reaccionó con felicidad y asintió con cierto orgullo por su hermano.

--continúara--

The last hope -Joel Miller-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora