El Sexto Herlado de los Fatui

15

(Pov Scaramouche)

Después de que Kairi se fuera comencé a recordar sus palabras "Eres un poco cruel". Si para ella esto es cruel entonces no sé cuál sería la palabra que definiría mis actos anteriores, en especial aquella vez que destruí las cinco escuelas.

Tal vez debería plantear la idea de evitar que las personas sufran en su totalidad ante la caída de la Shogun. Si no hubiera llorado cuando fui creado, tal vez yo estaría empleando el papel de esa marioneta pero ella creyó que era débil para aguantar y ante eso, por pena de destruirme decidió abandonarme a mi suerte con la excusa de qué yo eligiera mi propio destino.

El sonido de la puerta me sacó de mis pensamientos que comenzaban a tomar un rumbo oscuro. ¿Acabó con su berrinche tan pronto? Pero me había equivocado, solamente eran las sirvientas.

— Señor Kabukimono, hemos traído lo que pidió.— Me extendieron mi nueva vestimenta, era poco llamativa y tenía ciertas tonalidades rojas.

— También tenemos esto.— Me extendieron un sombrero clásico de Inazuma.

Si no digo gracias dejaré a Kairi como una persona que invita a gente mal educada y ya no quiero que su mal humor me siga fastidiando.— Gracias, pueden retirarse.— Miraron por alrededor de la sala y notaron que no estaba la presencia de la mortal.

— ¿Dónde esta la joven ama?— las tres mujeres me miraban en espera de una respuesta.

— Salió hace unos momentos a caminar por Ritou, dijo que en unas horas volverá.— seguían mirándome como si mi respuesta no fuera suficiente. Que molesto.— ¿Que quieren?— Dije ya al borde de explotar.

— Sabemos muy bien que la señorita nos miente y ya deberá saber hacia dónde va la conversación.— Me rei levemente para no hacer notar mi molestia.

—Ella es mi novia. Kairi no quería decirles debido a que es un secreto.— Pude notar como se alegraban ante mis palabras pero no pude evitar hacer una mueca. Nuestra relación falsa depende de un hilo debido porque es emocional y tal vez decida abandonar la misión.

—Yo sabía que la señorita tendría novio pronto.— No sé sus nombres y tampoco me interesa así que las enumeré mentalmente. Criada uno.

— Era de esperarse, Kairi tiene un gran corazón.— Criada dos.

— ¿Qué es lo que más le gusta de nuestra dulce Kairi?— Criada tres.

No me esperaba que ya comenzaran a preguntar estupideces, pensé que tardarían más y suspiré del cansancio. ¿Qué es lo que más me gusta de esa fastidiosa? No lo sé.

— Me gusta su compañia. Al pasar tiempo con ella todo es más agradable con sus ocurrencias.— Sonreí falsamente esperando a que se traguen eso y dejen de preguntar.

—¿Han pensado en tener hijos?—La mire sorprendido ante la pregunta, tragué saliva y me puse realmente tenso.

— Hanae aprende a cerrar la boca.— La criada número uno agarro del brazo a la criada número dos y suspiró.— Nos retiramos señor. Vamos a realizar nuestras labores.

Mire la nueva ropa, hace bastante tiempo no cambiaba mi vestimenta habitual, además que había abandonado ese nombre.

Esperaré a qué aquella terca humana regrese a su hogar porque si voy a buscarla tal vez comience a gritarme lo cruel que soy y haga un berrinche de gran magnitud.

Aún no entiendo porqué me siento un poco culpable de mis palabras, siento la ligera necesidad de estar con ella.

(Pov Kairi)

Ya ha pasado bastante tiempo así que volveré a casa pero sin antes comprar algunos alimentos para la cena.

Aunque no sé que podría gustarle a ese tarado. Tiene cara que no le gusta lo dulce. Me imagino su cara de disgusto ante algo dulce.