Este capítulo forma parte del evento "Febrero proshipper" del fb "Dibujitos feos de la Cherry_Wine" Temática: Desamor. Aclaraciones: AU escolar, hanahaki, pizcas de Tanjiro x Genya y Kotetsu x Muichiro, triste tristeza pero con final feliz(?
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Tokito tose con aspereza, cualquiera que lo escuchara sin ver juraría que se trata de alguien mayor sufriendo un ataque de tos, no un dulce jovencito de 17.
La desesperación lo hace enojar, su garganta arde con los impulsos ahora provocados, está harto, quiere sacar de una vez lo que le atormenta. Cuando su respiración se corta casi por completo sabe que está a punto de lograrlo.
Tose con la ira del fastidio y el dolor.
Escupe con asco una maldita flor azul.
Es pequeña, sus hojas de papel brillan aún con la humedad de su sangre. Cada pétalo, cada doblez y marca es exactamente igual a la anterior. Dolorosamente idéntica a la que Tanjiro le dio.
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—Es increíble, tienes mucho talento con el origami, Tokito.
Los dedos le hormiguean, la frente se le perla mientras que sus mejillas se tiñen con la violencia de la pena. Eso siempre pasa cuando Kamado lo halaga.
—Mis dedos torpes no podrían hacer algo tan hermoso– él sostiene con extrema delicadeza al dragón de papel, teme arruinar el arduo trabajo de su amigo.
—Estoy seguro de que podrías hacerlo. Siempre eres muy cuidadoso y persistente– Tokito vence el miedo, no quiere que su charla se corte tan rápido como otras veces en las que su lengua dormida le impide responder.
—Seguramente podré si tú me enseñas.
Su alegre corazón bombeó con entusiasmo, incluso después de que Kamado no logró hacer una simple grulla, su pecho seguía inflándose con alegría.
Casi estalló luego de horas de papel desperdiciado que tuvieron como resultado una pequeñita flor descuidada. Tiene chuecos algunos dobleces y en general se siente frágil pero se convierte en su mayor tesoro cuando Tanjiro le sonríe y se la extiende.
Tomarla entre sus manos le llena de calor hasta las orejas.
Dulce primer amor.
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—¿Cuándo le dirás a Genya que te gusta?
Simples palabras lo destruyen en segundos. Muichiro ni siquiera debería de estar ahí, ese no es su salón y pronto comenzarán las clases.
No sabe si maldecir a Zenitsu por bocón o al maldito horario... O a sí mismo por haber sido tan crédulo.
—¡Zenitsu, no hables tan fuerte!– Tanjiro abre los ojos con pánico, mira incluso detrás de su enano ser, como si el gigante de Shinazugawa fuera capaz de esconderse detrás del insignificante cuerpecillo de Tokito.
