Capitulo 6

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La fiesta ya había empezado pero la otra persona de la cuál se había hablado aún no llegaba, Sigma.

Este se encontraba aún en su recámara, con una meticulosa Kouyou haciendo magia con el maquillaje que poseía, la persona a quien servía no solía asistir a eventos sociales y no le gustaba arreglarse estando en casa, eso sumándole el hecho de que su señorita no lo era en realidad, así que la pelirroja entendía el disgusto del bicolor por aquellas cosas.

Pero hoy era una noche importante, una en la que debía montar aquel acto de ser una dama de la nobleza y la pelirroja no iba a dejar que Sigma vaya desfachatado, pasó toda la tarde arreglando sus uñas, cabello, maquillaje y dándole unos toques finales al vestido que usaría y al final colocándole las joyas que habían escojido usar en el baile de máscaras.

El bicolor no paro de suspirar toda la tarde por el alboroto, nunca pensó que tendría que hacer todo eso, admiraba a aquellas damas nobles que tenían esto como rutina.

–Gracias Kouyou pero... Ya estoy llegando tarde

Dice apenado el joven, era la primera vez que salía al público en mucho tiempo y no quería ser tachado de descortés porque seguramente la reina aprovecharía esa oportunidad para mandarle alguno de esos tutores demonios de etiqueta.

–Pero que dice su alteza, lo mejor siempre llega al final

Respondió orgullosa la dama de honor, abriendo la puerta de la habitación para que su, ahora señorita, pudiera pasar.
En ese momento empezaba la batalla de Sigma, frente a su dormitorio lo esperaba la primera prueba que debía superar esa noche, Nikolai Gogol.

Dios con esto entiendo que no me amas

Pensó el joven al ver al albino frente a el, sabía que su padre iba a mandar a alguien para que sea su escolta/acompañante para el baile, pero de entre todas las personas ¿¡Por qué el!?
Desde que lo conoció cuando era más joven lo veía como una persona insufrible por su retorcido sentido del humor, pero más importante, Gogol era un loco de la guerra.

Cuentan los rumores que durante la conquista del continente fue la mano derecha de Fyodor y que con su espada aniquiló innumerables vidas de los enemigos, definitivamente el albino era una persona peligrosa de la cual temer.

–Saludos su alteza

Empezó la conversación el mayor, al ver al bicolor de una vez, haciendo una pequeña reverencia

–Saludos Sir Nikolai

Sonrío levemente, controlando sus expresiones faciales lo más que podía, tratando de ocultar lo incómodo que se sentía junto a el, después de todo el hecho de que era un loco sediento de sangre no era lo que más incomodaba al menor, sino aquel extraño rumor que había escuchado de las sirvientas.

Aquellas mujeres una vez hablaban sobre haber visto a Sir Nikolai entrar en la recámara del emperador por la noche, no se sabía a qué fue realmente pero el bicolor no tenía la más mínima intención en averiguar qué sucedió entre ambos en aquellas cuatro paredes.

La joven se había perdido en aquellos pensamientos y no se había dado cuenta de que el su acompañante le había extendido el brazo para que esta lo agarrara y así poder partir de una vez al salón del baile.

–Ejem

–Ah! Lo siento

Con un poco de desconfianza tomo el brazo del hombre y ambos partieron camino a si destino.

–Tus manos Son algo grandes Princesa

Comento Gogol mientras miraba al bicolor, haciendo que un escalofrío recorriera todo el cuerpo del más bajo ¿Qué tipo de comentario era ese? Y antes de que pudiera responder algo el caballero volvió a abrir la boca.

𝐓𝐫𝐨𝐧𝐨 𝐈𝐦𝐩𝐞𝐫𝐢𝐚𝐥 [Sigzai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora