Capitulo 7. ¿Le contamos la verdad a todos?

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Luego de un encuentro que le devolvió la vida a ambos, el saber que estaban el uno para el otro en todo momento, fue un alivio para el corazón de ambos, tenían muy claro que se amaban y que nada ni nadie podría romper esa relación.

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Sara y Franco se despiden con un tierno y apasionado beso y deciden regresar a sus haciendas llenos de dicha y felicidad.

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- Flaco vienes con una sonrisa que no te la puedes ocultar. Comenta Oscar quien va llegando también a la haciendo pero en su carro.
- Así es hermanito, entre tanto dolor encontré una alegría que me llena completamente el alma, créeme. Menciona Franco.
- Y se puede saber el motivo.
- Cuanto más quisiera yo que contarte Oscar, pero de momento no debo hacerlo; pero espero pronto poder contarte.
- Bueno Flaco lo importante es que estés así de feliz, por esa sonrisa pícara asumo que es una mujer que te robo el corazón, comenta Oscar de manera juguetona.
- Vente y ya deja de hablar tanto vamos para que comamos con Juancho, dice Franco un tanto nervioso pero siguiéndole el juego a su hermano.

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- Sara, estaba muy preocupada por ti, te tardaste demasiado. Dice Doña Gabriela en tono molesta mientras Sara bajaba de su caballo.
- Calma mamá, ya estoy en casa, ya llegue, necesitaba despejarme un rato.
- ¿Pero tanto tiempo?
- Mamá me conozco estos predios como la palma de mi mano, ya tranquila, solo necesitaba tomar aire. Discúlpame si te preocupaste por mi, estoy bien. Ven vamos adentro.
- No Sara, te conozco algo pasa y no me quieres contar. Dice Doña Gabriela muy seria.
- Todo esta bien, Mamá no todo tienes que controlarlo cálmate. Responde Sara un tanto molesta
- Sara no me hables así. Solo te esperaba para comentarte que el comandante llamó para informar que en unos días debíamos ir a la comisaría para darnos el informe del accidente.
- ¿Aún sigues con eso Mamá?
- Si, deseo saber que fue lo que realmente paso, nadie me quita de la cabeza que fue esa muchachita la causante de todo.
- Ya basta Mamá, entremos vamos a comer con mis hermanas y el abuelo. Ya cálmate por favor, tu también necesitas despejarte.

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Doña Gabriela, aunque no estaba muy convencida entra junto a su hija a la casa sin problemas.

En la noche, ya cuando estaba en su cuarto, Sara se encuentra sentada en el balcón mientras lee un libro, cuando de repente a su mente empiezan a llegar los momentos maravillosos que vivió esa tarde mientras una sonrisa risueña sale de sus labios.

Suena su celular, un mensaje repentino de su amor.

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- Buenas noches señorita. Escribe Franco
- Buenas noches amor.
- Gracias por todo hoy, fui el hombre más feliz.
- Gracias a ti amor. Por comprenderme y entenderme.
- Te amo Sara, por eso te  voy a comentar algo.
- Me asustas Franco ¿que pasa?
- Hoy mientras tenia una conversación con Oscar a mi mente vino algo que no se que pensaras tú, yo te amo y lo único que deseo es que todo él mundo sepa lo nuestro.
- Franco no se aún  no me encuentro preparada para decirles a todo.
- Sara aquí estoy para enfrentar al mundo por ti. Ya no quiero más mentiras.
- Yo también enfrentaría al mundo entero por ti, pero no dejo de tener miedo.
- Hagamos algo solo quería que supieras lo que pienso. Piénsalo tú tambien. Y mañana hablamos ¿si?
- OK esta bien. Te amo que tengas una linda noche.
- Te amo princesa.

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Una larga noche para ambos esperaba, ella pensando en que diría toda su familia; pero en especial su madre, estaba clara que Doña Gabriela no le gustaría para nada esta noticia.

Él,  en su mente sólo tenía las ganas inmensas de contarle al mundo su amor por Sara, ya no quería esconder más su amor.

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Así pasaron la noche ambos, pensando en que debían hacer. La presión más grande era para Sarita pues ella sabía lo que significaba esa noticia para toda su familia, en especial su madre. Pero debía tomar una decisión por más que esta doliera.

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- Buenos dias mi niño bonito. Quiero que nunca dudes del amor que siento por ti. Es puro, sincero, y va por encima de todo y de todos. Tome una decisión pero es algo que no podemos hablar solo por mensaje de texto. Por favor veamonos esta noche. Te ama Sara Elizondo.

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Franco se levantó muy temprano en la mañana, y se encerró en su estudio, la preocupación de que habría pensado Sara podía más que él, necesitaba tener noticias de ella o sentía que se volvía loco, de pronto decide tomar su teléfono para llamarla; pero en ese momento recibe el mensaje de su amada.

Tenía sentimientos encontrados, no sabía si alegrarse o preocuparse por aquellas palabras de Sara, decide responder.

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- Buenos dias mi niña bonita, quiero que sepas que te amo, que más allá de lo que hallas decidido eso nunca va a cambiar, estoy y estaré siempre para ti. Estoy dispuesto a enfrentar todo lo que venga y solo es por ti, por tu amor. Vamos a cenar hoy, nos vemos en el restaurante  del pueblo. Te ama Franco Reyes.

Un Amor Verdadero 🤍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora