¿A quién engaño?, no soy bueno en nada, o tal vez no hacer nada me ha hecho sentir que no tengo talento, me he cohibido de las relaciones sociales (bueno, no lo suficiente), no sé si llamarle un problema de pensamiento, un error o tal vez un pequeño trauma, donde siento que no encajo o que soy sinónimo para que me miren con ojos de juicio, de manera rara, he intentado caer bien, sonreír y hacerlo sin pensar. Quizás me dirán que no soy yo, quizás dirán que me han tocado personas que no son empáticas, que no son amables en lo que se define como amabilidad; mas sin embargo me deja mucho que pensar.
Me he estancado, y como si no fuera extraño me he desesperado, grito lo que es por dentro y pienso cuando esto en realidad va a pasar. Mirar el teléfono todo el día me distrae y me sumerjo un tanto en el olvido, así tal cual como un drogadicto diría que se siente (tal cual). Por eso ¿a quién engaño? Creo que me estoy engañando a mí mismo, sentirme bien u olvidar que aquí en casa no todo está al cien, hacer de la vista gorda mientras alguien más sufre por dentro, diciendo que fe en Dios que todo va a salir, aunque no tengamos certeza de que algún miagro vaya a suceder.
Decir que mañana volverá a salir el sol y que es otra oportunidad, simplemente es alimentar la falsa esperanza que las cosas serán diferentes obviamente para bien, pero si mal no recuerdo ¿cuantos días han pasado que se ha dicho lo mismo y nada ha cambiado?, nos escondemos en el conformismo y con la típica frase que se sabe bien decir: "al menos no nos ha faltado para comer", solamente para no ofender un ser supremo al que se le otorgan todo el agradecimiento por estar con vida.
Sentirme así sé que no me da el derecho de ofender a terceros, pero creo que tenemos un mal vivir, lo que me pasa a mí es tan normal como decir que en momentos estoy desgraciado, sentir y expresar en lo que se transforma en pensamiento se convierte en mi verdad, hasta que mañana me levante y llegue una justificación como bofetada en la cara y me diga que no lo es.