Entre Rosas y Bombones [InuKag]

SINGLE CHAPTER

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Advertencias del capítulo: (Lenguaje obsceno)

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Disclaimer: Inuyasha y sus personajes NO me pertenece

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Nota: Esta historia es completa y absolutamente MÍA, y no es permitido tomarla sin mi autorización.

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ENTRE ROSAS Y BOMBONES

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Inuyasha ingresó al instituto a paso lento. El timbre que daría inicio a la jornada escolar tocaría en unos buenos minutos por lo que no llevaba prisa alguna.

Notó que varias parejas se encontraban reunidas en actitudes melosas. Aunque por un segundo, le pareció estúpidamente obvio, decidió ignorarlo mientras se encaminaba por los pasillos.

El ambiente también era curioso, un poco pesado y sumamente empalagoso. Las chicas susurraban entre si y que los chicos bromeaban descaradamente. Observó a los lados, notando las decoraciones brillantes y rosadas que colgaban del techo.

-Inuyasha - un brazo le rodeó por el cuello pegándole a un costado de un cuerpo casi tan grande como el suyo. El albino soltó un bufido, dio media vuelta dentro del agarre, logrando liberarse y siguió caminando.

-No fastidies - advirtió con desdén mientras retomaba sus pasos. Escuchó la risa burlona de su mejor amigo y sus pasos siguiéndole.

-Deja esa cara mi amigo, que espantaras a todas las bellas señoritas que te tienen un presente - Miroku se posicionó a su lado, con las manos en los bolsillos del pantalón y una postura relajada.

-No sé de qué hablas - Inuyasha se encogió de hombros mientras subía las escaleras hacia el segundo piso.

-Es San Valentín - soltó con una sonrisa cautivadora - Las chicas preparan chocolates y bombones para su enamorado y creo recordar que recibes un montón de ellos todos los años.

-¿Ahhh si? - hizo un gesto indiferente con la mano - Como sea.

-No actúes así, Inuyasha - el moreno le observo reprobatoriamente - Te he dicho que tienes que ser amable con las delicadas féminas. Sus corazones son dulces y puros y... ¡Oye! - se quejó notando que el albino había acelerado el paso dejándole atrás.

-Deja la estupidez Miroku - susurró mirándole de reojo, con frialdad. El moreno lo observó seriamente durante un segundo, antes de sonreír con suspicacia.

-Claro... olvidaba que ahora finalmente tienes un interés amoroso.

-¿De qué hablas? - frunció el ceño en su dirección.

-Digo, no es que nunca te haya interesado precisamente la fecha, pero no actuabas tan desconsideradamente. Hubo un tiempo incluso en que parecías disfrutar de la atención femenina...

-Miroku - advirtió.

-Claro que desde que la hermosa Kagome ingreso al colegio, tú pareces más centrado en obtener su atención por encima de la de cualquier otra chica - le lanzó una mirada traviesa.

Inuyasha sintió como el calor subía por su cuello al instante. Volteó el rostro con rapidez, ocultando la evidencia de su vergüenza, mientras daba una mirada discreta a los lados, esperando que nadie hubiera escuchado aquello.