Fate: Renacer en llamas

Capítulo 4: Sorpresa de San Valentín

Shirou entró al apartamento, asegurándose de estar lo más silencioso posible. Finalmente había regresado de su asignación y era bastante tarde. Bueno, para ser un poco más exactos, había regresado de la tarea hace muchas horas, pero la Torre del Reloj lo obligó a pasar por un infierno de papeleo, podría decirse que era peor que la tarea en sí.

Asumió que a estas alturas las chicas ya estaban dormidas, así que solo esperaba poder meterse en la cama sin molestarlas. Pero una vez que pasó por la habitación de Rin, notó que estaba vacía. ¿No está ella en casa? ¿Dónde podría estar ella a esta hora? ¿Olvidé algo sobre hoy? Pensó para sí mismo.

' Ah, estoy seguro de que ella está bien. Sólo espero que Jeanne esté en casa. Confía en Rin para mantenerse a salvo, y en este momento solo quiere deslizarse en la comodidad de su cama junto con su novia. Entonces se movió hacia la ubicación de su deseo. Abrió la puerta y se encontró con... una vista peculiar.

"Ey." Jeanne saludó, dándolo todo para actuar normal a pesar de su entorno y el sonrojo traicionero que adornaba su rostro. Dicho rubor fue causado por su forma de vestir y los elementos que la rodeaban. Estaba completamente desnuda excepto por las cintas rojas que cubrían su cuerpo. Y a su alrededor había cajas de chocolate, tazones de chocolate derretido, fresas y cerezas. También se podían ver algunas latas de crema batida.

Innumerables pétalos de rosa rodearon al antiguo sirviente. Y la iluminación también estaba sirviendo al estado de ánimo con su única fuente siendo las varias velas encendidas. ¿Y eran esas sábanas y almohadas nuevas las que podía ver? Las sábanas tenían un tono rojo un poco más oscuro que el resto de las almohadas y los pétalos de rosa permitían que sobresalieran.

"O-oye... ¿qué es todo esto?" Shirou finalmente había salido de su estupor y recordó cómo hablar de nuevo.

"Es el día de San Valentín". Jeanne se rió entre dientes, divertida por la reacción de su novio.

"Veo." Sabía que había olvidado algo sobre el día de hoy. "Supongo que Rin no va a volver esta noche?" Incluso se puede acusar al héroe de la justicia de sonar esperanzado con esa pregunta.

"La dejé en casa de Luvia, sospecho que solo uno de ellos sobrevivirá la noche".

"UH Huh..."

Jeanne puso los ojos en blanco. "Por Dios, no organicé todo esto solo para que te preocupes por los detalles tontos". Saltó de la cama y se dirigió hacia él. "Ahora, ¿te unirás a mí en la cama o qué?" Ella lo agarró y lo arrastró de regreso a la cama antes de que tuviera la oportunidad de responder, ganándose un pequeño grito de él.

Ella lo hizo girar y lo arrojó sobre la cama antes de unirse a él a su lado. Inmediatamente fue por sus labios, participando en un baile de lenguas mientras sus manos trabajaban para quitarse esa molesta ropa del camino. Mientras tanto, sus manos se encontraron aferrándose a ella, una mano alrededor de su cintura abrazándola más cerca mientras la otra tomaba su mejilla.

Muy pronto se desnudó, lo que le permitió ponerse encima de él y comenzar a frotarse contra su creciente erección y envolver sus brazos alrededor de su cuello. Después de varios minutos de besarse, Shirou había llegado al mástil completo, su pene ahora palpitaba para entrar en Jeanne. Al darse cuenta de esto, se separa del beso y baja por su cuerpo.

Shirou trató de recuperar el aliento, pero siseó cuando sintió que algo cubría su pene. Miró hacia abajo y se sorprendió al ver a Jeanne cubriendo su polla con el chocolate derretido. Su rostro estaba más rojo que un tomate. "¿¡J-Jeanne!?"

Mientras tanto, ella solo se reía de emoción y diversión. "Ahora esto parece un bocadillo de verdad". Tuvo mucho cuidado de no manchar las sábanas con el chocolate, y ahora era el momento de disfrutar de su merecido merecido. Comenzó con ligereza, lamiéndolo mientras se cuidaba de no dejar que las cosas se desordenaran. Y las lindas y pequeñas reacciones de Shirou solo lo hicieron aún más divertido, sabiendo que quería más. Muy pronto decidió complacerlo mientras se abría de par en par y tragaba su polla cubierta de chocolate de una sola vez. No pudo evitar gemir audiblemente ante la sensación.