Juro que esto si lo completo ಥ_ಥ la verdad no tenía planificado hacer algo (notése que ni portada hice xd) simplemente salió mientras hacia un comentario random en un grupo. No van a ser escritos muy largos, serán solo escenas que se me ocurrieron al momento y ya (✿◠‿◠)
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
SanTake ubicado en la última línea temporal.
⌘⌘⌘⌘⌘⌘⌘⌘⌘⌘⌘⌘⌘⌘⌘⌘⌘⌘⌘⌘⌘
Haruchiyo y Takemichi se habían conocido por prácticamente toda una vida, desde la primera vez que ese extraño niño se encontró con él y sus otros dos amigos ya nunca se apartó, a veces incluso sentía que los trataba de proteger de una forma un tanto peculiar, quizás fue por eso que en un principio no era muy del agrado del albino al considerarlo una molestia, pero bueno, los demás parecían no tener quejas y su hermana era ligeramente menos insoportable cuando tenía a Hanagaki cerca así que solo por eso nunca se quejó.
Sin embargo la vida daba muchas vueltas y conforme iban creciendo hubo algo en ese chico que pasó de ser insoportable a todo lo contrario ¿o sería que hasta ese momento se dignaba a reconocer la verdad detrás de sus sentimientos? poco a poco se volvieron más cercanos al punto de que ya no era extraño que tuvieran salidas sin su hermana u otros amigos haciendo tumulto, hablar con el siempre era agradable y era de las pocas personas con las que el albino se permitía ser si mismo. Pero, aún si esto tenía cada vez mas peso en su joven corazón, para Haru era obvio conforme pasaban los años que Hanagaki solo le consideraba eso, un buen amigo como lo podrían ser Baji o Senju, por quien sentía algo era por Mikey y no dudaría que el sentimiento fuera recíproco, eso era lo que le frenaba de hacer cualquier estupidez adolescente, Haruchiyo jamás le quitaría algo a la persona que más resperaba. Aunque siendo honesto ¿porque Takemichi lo vería como algo más? bueno, tampoco es que importara mucho, ya se había propuesto reprimir esos sentimientos que traerían mas problemas que beneficios.
O así pensó hasta esa mañana de San Valentín cuando fue interceptado en el pasillo.
No sabe que le sorprendió más, si el hecho de que por primera vez en su vida estudiantil recibía un chocolate que no fuera por obligación de algún desconocido de su clase para hacerle "sentir incluido" o que quien se lo entregaba era el mismísimo Hanagaki.
—Yo... es mi primera vez haciendo uno por mi cuenta... quería darte algo especial— dijo aún con la cabeza inclinada, sus cabellos ahora rubios lucían alborotados como prueba de que no le había dado tiempo de peinarse.
Era una bolsita de celofán con diseños de conejitos y dentro contenía un intento de chocolate en forma de corazón, a decir verdad no lucía muy apetitoso a primera vista y el intento de hacer un decorado con chocolate rosa no lo mejoraba en absoluto, pero fue quizás eso mismo lo que lo hizo sonreír ligeramente.
Si, ese intento de regalo lucía peor que fatal y deseguro el sabor tampoco sería muy bueno pero el detalle tan único hecho exclusivamente para su persona le hacía verlo como si de un tesoro se tratase.
—¿Y porque lo hiciste? creí que esto solo se le regalaba a una persona muy especial— dijo tomando el dulce.
En ese momento Takemichi se enderezó y su rostro se enrojeció igual que un tomate.
—Es porque lo eres... tú... Haru— hizo una pausa y tomó la máxima cantidad de aire que pudo —¡me gustas! e-es mi forma de expresar mis sentimientos.
Silencio, solo eso hubo por unos segundos donde Takemichi pudo jurar que sus latidos resonaban por todo el pasillo. Ahora para sus adentros empezaba a creer que quizás no había sido buena idea ¿y si acababa de meter la pata? o peor, ¿haría que Haru se sintiera tan incómodo y ya nunca se juntara con el grupo? Asustado pensó en retractarse pero antes de poder decir algo un suave roce en su mejilla lo hizo sobresaltarse, lo habían besado, de forma fugaz pero era un beso a final de cuentas.
—Tonto, más te vale que el chocolate sepa bien— sonrió mientras regresaba a su salón y le veía por el rabillo del ojo.
Takemichi pudo jurar que le escuchó murmurar algo más pero sus sentidos se desconectaron luego del beso y ver el bonito rostro de Haru sonrojado, en todos esos años podría jurar que nunca había visto sus ojos brillar de la forma que lo hicieron instantes atrás. Eso le dio la respuesta que en palabras se quedarían cortas.
