Recuerdo la primera vez que escuché tu voz y las millones de veces que me sentí en paz con un solo murmurar tuyo. No tenía idea de lo que ibas a provocar en mi, pero quise arriesgarme porque eras tú, sabía que eras tú.
Al final te fuiste y no se cómo lidiar con ello. Mis días se volvieron cortos y mis noches largas y amargas. La soledad me invade y el vacío que dejaste está estancado en mi pecho. Ahora se que ya no soy la persona que quieres, pero aún no puedo asimilarlo porque ni siquiera soy capaz de llorar. Me lastima saber que mi ausencia ya no provoca nada en ti y que lo que fuimos jamás volverá hacer. No tengo otra manera de sacar lo que siento así que esta es mi despedida, muchas gracias por los buenos momentos, te deseo lo mejor.
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Volver a ser
Romanceno recuerdo en que momento cambio, recuerdo que eras tú y luego solamente tú recuerdo.