•La Concubina del Vampiro Y Las Flores De Sangre•✿YeWook✿ ⁝⁞⁝⁞TERMINADA⁝⁞⁝⁝

乂 스물 일곱 -- 27 乂

La ceremonia pasó como siempre, el festejo duraba un par de días e incluso se extendía hasta una semana, pero casi siempre después del primer día, Hee desparecía, se encerraba en su habitación o simplemente caminaba o andaba a caballo por ahí, aprovechando que medio pueblo estaba distraído en las fiestas.

Mientras paseaba a uno de los caballos dentro del palacio, pudo ver a lo lejos un extraño resplandor que se extendió, sintió un escalofrío de inmediato y tragó saliva pensando en si debía ir o no. Quiso resistirse pero la curiosidad fue mayor, así que de inmediato guardó al animal, y fue a su habitación para cambiarse y colocarse la máscara que siempre usaba. Caminó por el pasillo a toda velocidad, haciendo que para sus damas fuera difícil seguirla.

-Alteza...tenga cuidado...-susurró una de las damas con voz agitada.

-Pueden quedarse aquí...-se detuvo de golpe y dio la vuelta-tengo los ojos cubiertos pero ustedes saben perfectamente que eso no es ningún impedimento para que me desplace...vallan a descansar y si mi padre o mi madre preguntan algo sólo no abran la boca...¿entendido?...-dicho esto comenzó a correr lo más rápido que pudo, quitándose la máscara para poder ver mejor los restos que empezaban a desaparecer de aquella luz, entonces corrió más. Al llegar ahí una ráfaga enorme y constante de viento comenzó a revolverle el cabello, su ropa blanca comenzó a macharse de tierra, entre toda esa luz no sabía bien que era lo que estaba viendo- oh por dios...-susurró cubriéndose la boca cuando una figura humana comenzó a distinguirse entre la luz, quería ver su rostro pero no podía hacerlo ya que su cabello lo cubría, parecía ser una mujer y llevaba un vestido rojo como el color de la sangre, el resplandor salía de su cuerpo, Hee sintió todo ese poder, era una bruja y era demasiado poderosa, estaba por acercarse más cuando de entre toda esa luz se formó una esfera y después hubo una pequeña explosión que la lanzó lejos, quedó algo aturdida por el golpe que se dio contra el suelo y al irse levantando vio frente suyo aquella túnica roja y el cabello largo, suelto y negro que llegaba casi hasta el suelo, sintió miedo, y de inmediato se puso la máscara, sin ella no era capaz de controlar sus poderes como era debido así que por cualquier situación de peligro lo hizo y se levantó.

-¿Qué estás haciendo aquí?...-gruñó tomándola por el cuello, pero de inmediato la soltó lanzándola al suelo, su mano sintió una corriente horrible que sólo había sentido una vez antes, pasó los ojos por aquella silueta en el piso y se detuvo en su cabello-es rojo...tu...eres la hija de SungMin y YeSung...-gruño recordando porque estaba ahí. Era RyeoWook, quien acababa de salir de su encierro y había empezado a transformarse para terminar con lo que había empezado hace años, el aún no podía creer en las palabras de SungMin y reiteraba que aunque fueran ciertas, YeSung lo había tratado como si no fuera nada.

-T...tu...¿los conoces?...son los reyes...habla con respeto...-Hee se levantó poniéndose en guardia de inmediato a pesar de lo adolorida que se sentía, Wook pateó su estomago lanzándola lejos nuevamente, Hee tosió un poco de sangre por el golpe y pensó si debía levantarse o no. Esto se saldría de control, Wook estiró el brazo y la levantó con magia para evitar tocarla directamente, fue apretando el puño y la capacidad de respirar en la chica fue disminuyendo-d...detente..

-Esos idiotas no son mis reyes...-rio un poco, si hablaban de rangos reales, él era una emperatriz-y si matándote puedo hacerlos sufrir entonces que así sea-cerró más fuerte el puño, Hee no quería hacer nada contra él pero de inmediato levantó el brazo, haciendo que ese mismo resplandor que había aparecido antes en la flecha golpeara el brazo de Wook y la soltara.

-No me retes...-jadeó apretando los puños también-no me conoces...y no quisiera tener que lastimarte en el día especial de mi madre.

-¿Día especial?...-hizo una ligera mueca, SungMin tenía una celebración especial en el día de su aniversario de muerte, ahora estaba seguro de que su odio crecía mucho más y terminaría con todos, sobó un poco su brazo y después volvió a acercarse a la chica-¿porque usas esa cosa? -trató de quitarle la máscara pero Hee saltó demasiado alto, retrocediendo y quedando sobre un árbol.

-No la toques...ni se te ocurra volver a hacerlo-junto las manos y al irlas separando algunos rayos de color rojo aparecieron entre ellas, entonces los lanzó directo a RyeoWook, esto lo obligó a cubrirse con ambos brazos para detener el ataque y Hee aprovechó para escapar de ahí, tenía que avisar de lo que se acercaba, tenía que asegurarse de que todos estuvieran enterados.

Corrió hasta donde su padre se encontraba y sin importarle nada se quitó la máscara para mirarlo, todos los presentes quedaron sorprendidos por el aspecto de su ropa, su hanbok blanco estaba lleno de tierra con sangre, su cabello estaba despeinado y su rostro tenía rasguños.

-¿Qué fue lo que te pasó?...-YeSung se levantó de inmediato para revisar a su hija-¿Quien demonios te hizo esto?...

-¡Eso no importa ahora!...debes reunir a las tropas...algo se acerca, es una bruja y es demasiado poderosa, casi no pude detenerla...-en cuanto dijo esas palabras la gente presente entró en pánico, la única esperanza de su pueblo no había podido contra ella, estaban perdidos.

-¡Calma!...-YeSung intentó calmarlos-¡vallan a casa y resguárdense, yo voy a encargarme de esto junto con el ejercito y la princesa!...no tengan miedo...-el pelinegro imaginaba de quien se trataba, así que volvió la mirada a Hee- ¿viste a esa bruja?...¿sabes como es?

-Llevaba vestido rojo y cabello muy muy largo...no vi su rostro porque me puse la máscara...tenemos que detenerla...ella quiere matarlos...

-Lo sé...he tenido roces con ella antes, por favor ve a tu habitación y no salgas hasta que lo diga...

-Pero...padre...es peligroso...

-Hazme caso WheumHee...por favor...

La chica a regañadientes fue donde se le pidió, entró a su cuarto y se arrodilló frente a la pintura de su madre comenzando a llorar- Omma...estoy muy asustada...no sabes cuanto me haces falta ahora yo...necesito un abrazo tuyo...que me digas que estará todo bien...que puedo hacerlo...-jadeó sin apartar la vista de ese rostro, su expresión era melancólica incluso ahí, como si extrañara o anhelara algo-necesito a mi madre...

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