Típico día de liceo; despertarse temprano, específicamente a las siete de la mañana, porque Jisung no tenía el privilegio de decir que el 119 le quedaba cerca de casa. Eran una hora y algo más en taxi, dos caminando y tres en bus, para poder llegar a su institución. Igual, se iba en taxi, con lo que ganaba en la beca.
Después de alimentarse con un pan con palta, salió a ver si un taxista le hacía caso, o si es que corrían. Chequeando en su celular si sus amigos le respondian el favor que les había pedido. Algo de ir a verlo jugar hoy. De todas formas no esperaba mucho de ellos, nunca iban.
Pero esta vez, Lele… Chenle, había dicho que iría, con Mark y Jaemin, que no tenían con quien estar o qué hacer después de clases. Jeno solo apareció para decir que “ojalá el equipo pierda”. Estaba cabreado, como siempre. A veces creía que lo odiaba seriamente.
Suspiró, finalmente un taxi paró en la caseta, podía irse de una vez.
Tenía un test de inglés por el cual se había juntado a estudiar con Renjun el día anterior. La beca no se mantenía sola, realmente era difícil solo tenerla haciendo deporte, siendo bueno en educación física y marcando goles. El privilegio que tenía era solo recibir un poco de dinero a fin de mes, para cambiar sus zapatos y conseguir nueva instrumentaria.
Se dejaba un poco para él pero no se lo digan al gobierno.
A Jisung nadie le compraba la comida entre sus amigos, los más ricos con suerte le dejaban ir a su casa. Jaemin si le había regalado unos zapatos caros que aún mantenía usando hasta estos días. Jeno nunca aparecía en su cumpleaños y los que más llevaban eran Mark y Renjun, unos clase media como él.
Siempre se preguntaba cómo es que tenía un grupo de amigos así. Dos riquitos y el resto clase media. Shotaro, su amigo del club era de la población también, habían incluso rumores de que robaba pero nunca los creería. El chico era una buena persona con él, más que sus amigos, pero bueno, los quería demasiado para cambiarlos ahora.
Cuando llegó a la puerta ahí estaba el grupito, reunidos en círculo mientras charlaban entusiasmados sobre el nuevo vecino de Jeno, supuestamente un chico venido del sur, demasiado huaso, tanto que se vestía como uno y su mascota era una gallina llamada Carmona. Jisung se unió a ellos bromeando sobre cómo parecía que se había crusheado ya Jeno de él, cosa que no negó.
“No pero, chicos,” Jeno seguía tratando de negar todo. “yo no soy fleto”
Jaemin movió la cabeza riendo, “La última vez te le tiraste encima a Renjun terrible curao”
“ESO NO PASÓ”
“Lamento informarte,” habló Chenle, envolviendo su cuerpo por la espalda, un abrazo que le dejó estático. “Si lo hiciste, en la fiesta de los cuartos del año pasado. Fuiste el primero en emborracharte, Lee”.
Jaemin solo se reía, igual que Jisung porque él no había estado ahí. Y menos Renjun, que ni siquiera estaba cerca del grupo ya, desde que terminó con Mark, se había ido a saludar a los del otro cuarto. Ahora se juntaba más con el Hendery, otro de los flaites más buena onda de la escuela.
Pero Jisung estaba atrapado entre los brazos de Chenle, siendo abrazado en contra de su voluntad —mentira—, y todos seguro les gritarían fletos en un par de minutos cuando los vieran. No habría problemas si tan solo su corazón no saltara en su pecho cuando Chenle trataba de hacer que paren, más sin negar nada.
Hacía tiempo que ya no se peleaban como antes, ser de equipos de fútbol diferentes y rivales, había quedado tiempo atrás olvidado. Sus peleas no eran tan grave, menos por fútbol o eso pensaba. Hasta que la hora del almuerzo llegó.
El vecino de Jeno era su nuevo compañero ahora, así que como había un nuevo tendrían un partido mezclado con el otro cuarto. Y chenle había quedado en el equipo contrario. Se veía bien. Noticias viejas, porque era precioso, pero era realmente difícil de pasar por encima en fútbol.
Así que Jisung trataría lo menos posible de fijarse en sus piernas, en sus brazos, en aquella dulce boca que ahora le gritaba improperios, y por supuesto en esos ojos que lo miraban con ganas de devorarlo.
Dios no le quería tanto para ayudarlo, tanta fue su mala suerte que la persona que lo tenía que bloquear era el mismísimo Zhong. Tenerlo tan cerca lo ponía nervioso, jugando incluso son su cordura y salud, pero no se dejaría ganar. Solo tenía que distraerlo, mala idea porque Chenle sabía leerlo como si fuera agua, y ahora era Jisung siendo despistado mientras corría.
Chenle empezó a molestarlo, a decirle cosas que sabían podían ponerlo enojado, sobre todo si era sobre su ídolo Charles Aranguiz. Ahora estaba cabreado, picado, enrabiado hasta la médula porque quién le daba permiso, lo había vuelto loco con sus acciones, el tono coqueto, y esa estupidez. La sonrisa triunfante del mayor lo siguió hasta que perdió el último tiro. Un pitido, gritos, habían perdido.
Jisung tenía la cabeza llena de cosas que quería hacerle y decirle a Chenle, que triunfante lo seguía al camerino. También estaba diciendo cosas, una palabra tras otra que no le llegaban al cerebro desconectado de Park. Completamente ido de la situación, había mucho ahí dentro.
“Perdiste po', obviamente si eres el que aprendió mirando a colo colo, JiJi.”
Y seguía hablando tras su espalda. No había nadie más en los camerinos, total no fue tanto como para bañarse o solo eran unos sucios, con un calefón en sus casas. Estaba tratando de no darse la vuelta y empujarlo, evitando que su orgullo gane más que su cerebro, y que su corazón se calme ante el recuerdo de su amigo.
Amigo, el que tratando de quitarle el balón sonriendo, dijo algo que Jisung jamás espero escuchar venir de él para su persona, un balde de agua fría en el vaso lleno que lo condenó. “¿Acaso erí fleto vo, que me veías así con corazoncitos, Jisung?”
Esa debió haber sido la peor cosa que Chenle pudo decirle hasta ahora. En siglos, en cualquier pelea que tuvieran. Jisung no iba a negarlo lo era, por él. A sabiendas que el otro no quería una respuesta como tal, se acercó al imbécil aweonao que tenía en frente.
Mas, y mas. Su amigo retrocedió y él avanzó, hasta que la espalda de Chenle chocando contra la puerta de un cubículo le hizo atinar, en la mente de Jisung pasaban tantas cosas. Desde estar cabreado con todo lo que pasó; ahora, antes y capaz después. A chenle burlándose, perder, gustar del mayor. No tuvo momento a reaccionar como persona normal, lo juraba. Menos tan cerca.
Lo estaba besando.
Estaba besando a Chenle, el que ahora parecía más pequeño entre sus brazos, frente a él, devolviéndole el beso, más fuerte y con menos sentido que el que había empezado Jisung. Sus manos estaban perdidas bajo la camisa blanca, la ducha ni siquiera los tapaba.
Quien entrara por esa puerta sí o sí los vería.
No parecía preocupar ni a Chenle y tampoco a él. En algún momento Chenle decidió meter una de sus pierna entre las suyas. Estaban sintiendo el momento, un beso furioso y ansioso que parecía haber esperado en la punta de sus corazones -y sus lenguas- por años. Sus pocas neuronas ya no funcionaban más, el sabor a chicle en los labios ajenos, sus sonrisas entre medio mientras lo tocaba por debajo de su uniforme apenas abrochado.
Estaba hecho un desastre ahí en un camerino donde todos podían entrar gracias a Zhong Chenle, que ya le había dado vuelta la situación dejándolo como una jalea.
Su ensoñación se fue un poco, dejándose escuchar a un Chenle enojado gritándole a alguien un par de insultos demasiado fuertes para su gusto, y una puerta, antes de volver a ser besado. Devorado, casi.
Al otro día el grupo parecía dedicar todas sus burlas a Chenle y él no tenía realmente idea del por qué, solo quería terminar las clases para volver a repetir.
₍₍ ٩(* ॑꒳ ॑* )۶ ⁾⁾
un regalo pa mis amiguches,
feliz san valentin, mwakwith love, 윤 ♡
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camerino
Fanfiction"acaso eris fleto, vo?" y sí, lo era. ᕱ ⑅ ᕱ₊ ꒰⸝⸝•༝•⸝⸝꒱ chenji. modismos chilenos. school (liceo) au. no corregido.