Amanecer de un río claro

Un caballo ciego siempre se asusta a sí mismo

—Es tu culpa que ese espíritu se escapara— Soltó Jingyi con bufido —¿Mi culpa? Tu eres el que no paraba de tropezar conmigo, a ver si aprendes a caminar antes de intentar usar tu espada de nuevo— Reclamó Jin Ling cruzándose de brazos, y nuevamente la misma pelea de siempre, aunque se pelearan como gatos y el joven maestro del clan LanLing Jin jurara odiar a ese grupo, la verdad es que desde el principio fueron las únicas personas con las que podía ser el mismo, sin etiquetas, sin apariencias.

—Esos dos no cambian— Un año había pasado, pero a ojos de Ouyang eran los mismos que alguna vez se pusieron del lado del patriarca de Yiling —Eso está bien— El joven maestro del clan Ouyang miró a Sizhui y sonrió devolviendo la mirada hacia sus compañeros que discutían —Tienes razón—

—Definitivamente eres una joven amante, si sigues de esa manera jamás encontraras esposa, justo como tu tío— Las mejillas de JinLing enrojecieron ante el comentario de su compañero, estaba por desenvainar su espada, por fortuna Sizhui y Ouyang estaban ahí para detenerlos, el joven Lan detuvo a JinLing sujetando sus brazos, mientras Zizhen hacia lo mismo con JingYi, quien también parecía dispuesto a batirse en duelo —¿Por qué no repites lo que acabas de decir frente a mi tío? Cobarde, como si tu tuvieras más oportunidades de casarte que yo—

—Ambos deberían calmarse— intervino Zizhen esforzándose por controlar a JingYi, quien ya había comenzado a patalear —Ja! Para tu información, dentro de los discípulos de la secta Lan, tanto yo como Sizhui somos muy populares— mencionó orgulloso, sus palabras generaron reacciones distintas en todos los que lo escucharon, aunque JingYi no pareció notarlo —Si tuviese que adivinar, estoy seguro que Sizhui será el primero en tener novia, desde hace tiempo se la pasa suspirando y mirando a la nada, también ha estado muy cercano a una joven de la secta, pese a que rara vez nos encontramos con las chicas de Gusu—

—¡JingYi! — Las mejillas de Sizhui se tornaron rojas, no podía evitar la vergüenza que sentía, el rostro de Zizhen lucia ensombrecido, JingYi no cabía en sí mismo del orgullo por su amigo, casi hermano, pero al ver el rostro de JinLing, su cara paso de estar roja a ponerse azul, JinLing, el joven maestro de la secta LanLing Jin, estaba al borde de las lágrimas —JinLing— Sizhui lo había soltado cuando miró su rostro, intento volver a sujetarlo sin éxito, ya que JinLing salió corriendo de regreso a LanLing —¿Y a este que le pasa?— JingYi rasco su nuca confundido al recibir una mirada de Sizhui antes de seguir a JinLing —¿Ahora que hice?— miró al único compañero que le quedaba, hasta ahora todo era normal, ¿Por qué de la nada se pusieron tan serios todos? Incluso Zizhen lucia extraño

—¿Zizhen? — una sonrisa nerviosa atravesó sus labios mientras retrocedía ligeramente hasta topar con un árbol y no tener más escapatoria —JingYi— La sonrisa de su compañero hizo que el joven Lan se estremeciera —Entonces ¿eres muy popular en Gusu? — Zizhen, me estas asustando— jamás en su vida JingYi se había sentido tan pequeño frente a alguien de su edad, no había demasiada diferencia de estatura, pero estar acorralado por Ouyang hacia más notoria esa diferencia —Tu de verdad no entiendes nada— incluso para JingYi fue evidente el dolor en la mirada de su amigo, habría pensado más en ello, pero de un momento a otro fue incapaz de hablar, cuando reacciono y entendió que estaba siendo besado empujó al contrario —¿Qué demonios?— Zizhen no se atrevió a mirarlo, JingYi no sabía si estar molesto o avergonzado —Perdón— fue lo último que soltó el joven Ouyang antes de caminar de regreso a su secta, JingYi estaba solo y confundido, se suponía que todo era normal hasta hace un rato ¿Qué había pasado con todos de repente?.

—¡JinLing! — Escuchar la voz de Sizhui solo lo hacía caminar más rápido, al punto de casi correr —¡Vete! Tengo que ir a clases con QiRen— se excusó JinLing, aunque su camino iba directo a su habitación, le sorprendió que Sizhui lo siguiera todo el camino, parecía querer hablar, pero el joven amante no quería explicar la razón de sus lágrimas, finalmente entro a su recamara y cerro para ir a esconderse bajo las sabanas de satén dorado, podía escuchar los gritos de Sizhui, pocas veces lo había escuchado exaltarse. Después de un rato no hubo más ruido, solo una despedida forzada y la puerta abriéndose, cierto, no había puesto el seguro, sabía que Sizhui no entraría si él no se lo permitía, ese era el tipo de persona de quien se había enamorado.

Su tío acababa de irse así que ya era seguro salir de la cama, aun debía ir a estudiar con QiRen, pero estaba demasiado avergonzado, se cubrió el rostro con las manos intentando recuperar la compostura y rememorando una y otra vez la situación. Sabía que Sizhui solo se preocupaba que eran amigos, pero ¿era necesario darle esperanzas de esa manera? En todo el día no pudo concentrarse, para su suerte, QiRen no notó que no estaba completamente centrado.

Intentó olvidarse de la situación sobre esforzándose, para cuando el día llegó a su fin, JinLing estaba agotado física y mentalmente, solo quería darse un baño e ir a la cama, ser líder de una secta no era fácil, más que nunca entendía lo que tuvo que vivir Jiang Cheng.

—JinLing— una voz que conocía muy bien y que no quería escuchar —¿Qué haces aun aquí? —

—JinLing, dejame explicarte—

—No hay nada que explicar, es tarde, deberías irte— JinLing estaba por entrar a su habitación, no esperaba que Sizhui se quedara hasta ese momento

—El toque de queda ya paso, incluso si regreso no podré entrar— JinLing sabía que Sizhui no le estaba pidiendo ningún favor, solo le daba razones para no tener que apresurarse en irse, pero no podía simplemente dejarlo a su suerte —Puedes quedarte en LanLing, pediré que te preparen una— No pudo terminar la frase debido a que Sizhui lo arrastró dentro de la habitación, dejado en claro que si se iba a quedar ahí no sería en ninguna otra habitación que no fuese la de su amigo y compañero de cacerías —Te lo agradezco, siendo así tendremos más tiempo para hablar— Las mejillas de JinLing se pintaron de rojo, Sizhui sujetaba su muñeca y no parecía querer soltarlo —Esta bien, escuchare lo que tengas que decir, pero suéltame de una vez— Sizhui obedeció con una pequeña sonrisa, fue recién cuando JinLing noto las pequeñas gotas de sudor en su contrario, si lo estuvo esperando todo ese tiempo, seguro también estaba cansado, jamás lo había visto tan desesperado.

Lo había conseguido, podría hablar con JinLing y aclarar las cosas, lo hizo por impulso, pero dio resultado, el problema ahora era que no tenía ni idea de cómo comenzar a explicarle la situación sin sonar extraño, lo persiguió porque parecía que JinLing estaba a punto de llorar, pero eso no quería decir que el joven amante estuviera enamorado de él, pudo ser producto de las burlas de JingYi, pensando en ello, Sizhui se sentía avergonzado, ¿Cómo explicarlo sin confesarse y quedar expuesto?