flowers.

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Quackity era un chico que gobernaba una nación, su vida se volvió difícil después de iniciar con su camino en la política, esto provocó que fuera alguien desconfiado; aún así su país logró prosperar, después de varias caídas, pudo seguir adelante, incluso la población creció con rapidez, al igual que los ingresos, incluso la gente visitaba aquel lugar con el simple fin de conocer y estar de vacaciones.

Gracias al gran estrés que causaba gobernar un país tan importante, Quackity solía salir a distintos lugares, preferiblemente algo desconocido, sin importar que fuera peligroso o algo por el estilo únicamente con la finalidad de olvidar el estrés que su trabajo le causaba. Un día decidió ir a un lugar distinto a los que ya estaba acostumbrado, cómo de costumbre, caminó sin rumbo, sin algo en mente por encontrar, simplemente quería tomar su tiempo de relajación o terminaría gritándole a algún trabajador.

Después de una larga caminata, el chico de cabellera negra logró encontrar un lugar que realmente se veía tranquilo, se trataba de un gran campo de flores blancas, y justo más adelante un gran sauce llorón, de un gran tronco con raíces sobresalientes en el piso, estas formaban la figura de una cama o algo parecido, Quackity suspiró aliviado, quizá finalmente había encontrado el lugar perfecto para descansar de esos días movidos en la ciudad. Caminó un poco más, hasta llegar al pie de aquel hermoso árbol donde las hojas caídas formaban un tranquilo refugio fresco; se recostó ahí mismo, sintiendo la frescura del césped verde y húmedo, cerró los ojos para comenzar a relajarse, sintiendo aquella brisa suave sobre su rostro. Gracias a ello perdió la noción del tiempo, el sol estaba en un punto donde el sol comenzaba a tornarse de colores naranjas, rojos y amarillos.

Sus ojos se abrieron cuando sintió un leve toque en su mejilla derecha, para su sorpresa había un chico de rizos castaños claros y una mecha blanca, portaba lentes y sus rasgos eran realmente delicados y finos; rápidamente se sentó, haciendo a un lado a aquel chico desconocido, después de todo se mantenía a la defensiva 24/7, aún más si no tiene idea alguna de quien sea la persona con la que trata.

El chico de lentes sonrió al ver cómo Quackity se sobresaltaba y trataba de alejarse, después de todo lo había tomado por sorpresa, sabía perfectamente que tendría esa reacción.
-¿¡Quién eres!? ¿¡Desde a qué horas estás aquí!?- Preguntó Quackity mientras se levantaba completamente de aquel lugar donde anteriormente descansaba.
-Bueno, estoy aquí desde que llegaste...desde antes.-Se levantó de igual forma, para sorpresa de Quackity el castaño era muy alto, por lo que lo miraba hacia arriba, cosa que al más alto le causó risa.

-Wilbur, para servirte.- habló mientras extendía su mano para saludar al hibrido de pato. Y así es cómo comenzaron una larga platica.

-¿Qué quieres decir con qué estás aquí desde antes que yo? Cuando llegué no había nadie, no te quieras hacer el gracioso.- Seguía desconfiando, miraba a Wilbur de arriba a abajo tratando de buscar algo que le señalara que ya lo conocía.

-Si te lo cuento no me creerás.- Se cruzó de brazos y comenzó a caminar, con intenciones de rodear el árbol; Quackity hizo lo mismo, pero por el lado contrario, simplemente para encontrarse de frente con él. 

-¿Puedes dejar de hacerte el misterioso?- Frunció el ceño y se cruzó de brazos, estaba agotando su paciencia.

-¿Puedes dejar de hacerte el misterioso?- Frunció el ceño y se cruzó de brazos, estaba agotando su paciencia

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⏰ Última actualización: Jan 06 ⏰

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