ÍDOL (Terminada)

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Tres años habían pasado ya, tres años en los que Jungkook no dejo de buscar a Luna, en cada gira que daban, se dedicaba a recorrer por horas la cuidad dónde estaban en busca de la Luna de sus ojos.

Ya nada era lo mismo, incluso él no era el mismo, trato de dejar el grupo, pero los miembros le suplicaron que no lo hiciera, se alejo de las redes sociales, no hacia Live ni con el grupo, mucho menos asistía a eventos él solo.

Todo su tiempo libre se dedicó a buscar al amor de su vida, había contratado a un detective privado para que le ayudara a dar con ella, quien le había llamado hace unas horas para decirle que la había encontrado y que tenia unas fotos de ella.

Así que ahora se encontraba en un hotel en Busan esperando al detective, quien le había llamado en la mañana pidiéndole que se presentará en Busan y así poder entregarle las fotos y todo.

La puerta de su habitación fue tocada y la abrió encontrándose con el detective, haciéndose a un lado, lo dejo pasar.

- ¿Qué es lo que me tiene?– preguntó haciendo una seña para que tomara asiento

- La señora Kang Luna sale todas las tardes a un parque que está cerca de aquí, fue por eso que le pedí que se hospedara aquí – saco de su maletín unas fotos – esta de aquí es la pequeña Haerin, es hija de la señora Luna, no está casada, pues su apellido es el mismo, viven frente a una cafetería que se encuentra ubicada al lado del parque – el detective se puso de pie y se paró frente a la ventana – justo allí – señaló la casa que se encontraba a nada del hotel pensión dónde se encontraban – la niña está por cumplir dos años y tres meses y si mis cuentas no me fallan, creo que la niña podría ser su hija señor Jeon –

Jungkook parpadeo un par de veces y luego miro la casa, ¿Su hija?, Acaso eso era posible...... Luego recordó la última vez que estuvo con Luna, y si, ellos no se cuidaron y las cuentas también comenzaron a cuadrarle

- Muchas gracias por todo, ya mismo le hago el depósito, su trabajo ha terminado, de aquí en adelante me encargo yo –

- Está bien señor, permiso y que este bien – se despidió el detective y salió de la habitación

No sabía que estaba sintiendo en ese momento, se sentía feliz por encontrar a Luna, emocionado de solo pensar que la pequeña Haerin sea su hija, miedo de que lo rechace y rabia al saber que no estuvo en el proceso del embarazo de su Luna.

Tomo su teléfono y la llave de la habitación y salió rumbo al parque, pero al pasar por la cafetería, decidió entrar y comprarse un café, tomo asiento en una de las mesas que dejaban ver la hermosa vista del parque.

Se quedó sin aliento al ver a Luna llegar de la mano de la pequeña Haerin, y no pudo evitar sonreír al verlas, tan hermosas, tan llenas de vida, que por un momento su mente jugo con él, haciéndole creer que ellas estaban mejor sin él, pero no, Jungkook quería ser egoísta una vez mas y así como salió de la vida de Luna la primera vez, así mismo entraría en ella, sin preguntar.

Bebiendo un trago de su café, se quedó allí, viéndolas jugar como si no les importara nada más, como si solo fueran ellas dos contra el mundo. O como si Jungkook no existiera en el mundo. En su mundo

La tarde paso rápida ante sus ojos, se dió cuenta cuando observó a Luna tomar la pequeña mochila de conejito de Haerin y saco una bolsa de toallitas húmedas y comenzó a limpiar las manos de la pequeña con tanto amor y cuidado.

Después de eso, las vio como ambas se tomaron de la mano y comenzaron a caminar rumbo a la cafetería. Donde él aun estaba.

Lo bueno de todo, era que Jungkook tenía su rostro cubierto con cubrebocas y gorro, como siempre acostumbraba a salir a la calle para que no lo reconocieran

Las vio entrar y caminar hasta el mostrador, observaron el menor que la cafetería ofrecía en forma de un enorme letrero justo arriba de la caja.

- Mami, quelo helalo – pidió la pequeña

- Bebé, ya es tarde para helado – respondió Luna observando el menú – que te perece una malteada –

- Yo amo el helado – hablo un hombre a su lado – pero tú mamá tiene razón, es tarde y podría dolerte la pancita si lo comemos ahora –

- ¿Jimin?– pregunto Luna un poco aturdida por verlo alli

- Hola Luna, es un gusto verte – bajo su cubre bocas y le sonrió – no sabía que estabas aquí –

- Yo....... No le digas por favor – pidió

- Jungkook está demasiado ocupado con lo suyo y hace años que – observó a su amigo que aún estaba sentado a la distancia viéndolos – él solo está ocupado buscando la luz en su vida, Luna....él no ha vuelto a ser el mismo desde que lo dejaste......Jungkook... él - observo en dirección donde se encontraba su amigo y lo vio ponerse de pie y acercarse a la caja, justo al lado de ellos

Jungkook observo a la pequeña y sin pensarlo acaricio la tierna y suave mejilla de Haerin, se giro para ver a Jimin y con su mirada le suplico que no le dijera a Luna que él estaba allí, pago por su café si decir nada y salió de la cafetería bajo la atenta mirada de Jimin y Luna.

- Es extraño - pronuncio Luna al ver como ese hombre de jean y sudadera azul claro salía - me pareció verle...... nada, ¿Qué me decías? - le pregunto a Jimin

- Solo....... Kook intento dejar la banda hace casi tres años, si aun esta con nosotros es por que Namjoon le recordó que tu le pediste en esa carta..... que siguiera brillando, que siguiera sonriendo, pero una vez baja del escenario él se pierde por horas -

- No puedo hacer nada, lo lamento y..... - tomo la mano de su hija - no le digas a nadie que me viste, en unos días me mudare de lugar, ya no es seguro aquí - 

Jimin maldijo en cuanto vio como su amiga se iba con la pequeña, ni ocultarle eso a Yoongi, después de todo, el rapero se encontraba en esa misma cafetería, ambos habían ido a ver a los papás de Jimin, por lo cual fue pura casualidad encontrarla allí.

Como quiera, al parecer Jungkook ya la había encontrado, ahora sabia porque su amigo se perdía por tanto tiempo, jamás dejo de buscarla.

Luna estaba nerviosa, y aunque le había dicho a Jimin que se iría, no tenia planeado hacerlo, total, ¿Qué probabilidad había que Jungkook la encontrara?, Jimin era un buen amigo y dudaba que le contara al Idol.

Mientras tanto, Jungkook se encontraba a fuera de la cafetería, justo en la esquina, con un cigarro en la mano y botando el humo por su boca, un mal habito que había tomado después de que Luna lo dejara. Otra vez.

Las vio cruzar la calle y entrar a su casa, suspiro y observo su mano, esa con la cual había tocado la mejilla de la pequeña Haerin, tan suave y tierna, recordó sus ojitos, esos que estaban llenos de vida, con un brillo tan mágico, casi como si pudieras ver las estrellas en ellos, justo como los de él.

- Te voy a recuperar Kang Luna, y esta vez no tengo pensado dejarte ir, porque tu eres mía - observo la casa - pero sobre todo, yo soy tuyo, porque mi vida sin ti no tiene sentido