Me dirijo a mi mismo estas palabras para descubrirme más cada día. Y recordarme lo que se olvida con el tiempo. Esta mañana desperté en mis túnicas reales. En mi cama real en mi habitación real. tantas cosas reales cuando lo único real es el sol que entra por la ventana. Sol que vio mi gestación en el vientre de mi diosa madre y mi aparición en el mundo por parte de su fuerzas. Sol que me verá apagar y despedirme de tanta realidad. Mis sirvientes reales entraron a cubrir mis necesidades. Sus caras me hacen meditar sobre si son ellos mis sirvientes reales o soy yo su príncipe real.
Hoy toca vestirse más real que nunca. Es mi ceremonia de coronación. Así que es hora del desayuno más real que tendria. Aunque para ser un desayuno real, el pan estaba pasado. Una queja real. Y el vino es lo más cercano a lo que nunca cambiará de realidad. Es un vino real ayer hoy y lo será mañana. Salud por ello.
Mientras el palacio se llena de visitantes para la ceremonia yo me tomé el tiempo de visitar la tumba real de mi difunto padre. Oh padre... Llegó tu real muerte. ¿Quién será el segador real.? Espero que Tanatos sea gentil con las personas de la realeza. Era hora, los bardos cantaban alegres las canciones reales y las trompeta anunciaban con fanfarria la llegade del príncipe. Ese era yo. Unas puertas me separaban del salón real y mis soldados reales al costado de cada lado de la entrada. Desde fuera escuche mi nombre y me dispuse a hacer la entrada real. La realidad era que no sé dónde salió tantas personas. Casi no entran en el salón real. Al final de la alfombra real estaba el trono, y en el una pequeña caja. Extrañado me acerque y los ancianos anunciaron el último deseo de mi padre. El que yo recibiera esa caja de oro. Se suponía que dentro estaría la corona real. Y al abrirla en efecto estaba la corona real. Pero a su lado una pluma. Al costado una pequeña inscripción que decía.: Pluma de la gallina del carnicero del pueblo. Me hizo gracia pero lo entendí. Y dejando caer la caja junto a la corona sostuve la pluma y ante mirada de todos pedí un poco de tinta y papel. En el silencio me senté en la escalera al pie del trono y comenze a escribir lo siguiente. "Escribiré la realidad del pasado. Una realidad que fue y se alteró, pero nos llevó al presente de cuál escribiré la realidad de las decisiones que nos llevarán al futuro." Y así me convertí en el primer rey que escribió sobre las consecuencias reales. Y fui llamado el rey de corona de plumas.