Esa noche - Aideku

Capítulo único.

⚠️TW: Esta historia es sobre una violación explícita, si no te gusta vete y no leas.
También contiene: dirty talk, creampie, sexo sin protección, breeding kink(?), manipulación.

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Izuku se encontraba demasiado cansado, estaba estudiando desde hace más de seis horas. Exhausto, siguió llenándose de conocimiento, ya que tenía una beca que mantener.

Debía esforzarse si quería seguir en tan prestigiosa universidad, quería demostrar que los omegas también son capaces de lograr grandes cosas, debido a que no era muy común ver a omegas que terminaran una carrera. Y él iba a ser el primer omega en su familia en completar una carrera universitaria.

Guardó todos sus libros y salió de la biblioteca de la Universidad, cuando se dirigía hacia los dormitorios para al fin descansar se encontró con su maestro de álgebra, Aizawa.

—Buenas noches, Aizawa sensei.

Aizawa no le respondió, sólo lo observaba con una mirada penetrante que le provocó escalofríos, era espeluznante.

Su maestro comenzó a acercarse a él, aún sin pronunciar ninguna palabra.

—Sensei... ¿Se encuentra bien?— susurró nerviosamente. Al no obtener respuesta, de nuevo trató de alejarse, pero el contrario lo agarró del brazo impidiendo que huyera.

—Me está asustando Aiza...

En ese instante se percató del olor del hombre, emanaba feromonas de alfa en celo. Ahora, con más temor que antes, intentó escapar del agarre de aquel gran alfa, fallando en el intento.

—Hueles demasiado bien Midoriya— Aizawa se había acercado a su glándula de olor, inhalando las feromonas del omega.

—Durazno y coco, que buena combinación.

Izuku más asustado que nunca se soltó del agarre de su maestro y trató de correr lo más rápido que podía hacia los dormitorios.

Lástima que Aizawa haya usado su voz de mando.

—Detente, omega.— Una pequeña sonrisa se formó en la cara del alfa cuando vio a su alumno detenerse, cayendo en el frío suelo.

—Oh, que lindo te ves cuando obedeces, Midoriya.

—¡Por favor, detente, no me hagas daño!

—Vamos Midoriya, sabes que no haré nada que no vayas a disfrutar.

Con la vista nublada debido a las lágrimas que caían por sus mejillas,  Izuku pudo observar como Aizawa se acercaba con pasos lentos hacia él.

—Desde ahora vas a hacer todo lo que te ordene, si te niegas, haré que te expulsen de esta universidad. Levántate y caminemos hacia tu dormitorio.

Izuku quería negarse, necesitaba negarse, pero no quería que lo expulsaran, sabía que aquel alfa era muy poderoso, si quisiera podría arruinarle la vida, así que, resignado y con gran tristeza obedeció a su maestro. Con movimientos temblorosos se levantó y caminó en dirección a los dormitorios, con Aizawa siguiendolo.

Todas las luces estaban ya apagadas y no había nadie despierto, lo normal cuando era medianoche, pero Izuku tenía la esperanza de ver a alguien, a quien sea para que lo saque de aquella situación, alguien que lo salve.