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Take me away - freaky friday◞───────⊰·☆·⊱───────◟

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Take me away - freaky friday
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La demonio me vio de arriba a abajo, juzgandome con la mirada.

— Dios mio, que cabello tan horrible. ¿No te dan vergüenza que te vean así? — Me pregunto acercándose de repente a mi, rodeandome hasta llegar a mi espalda.

Rápidamente me gire e intente cortar su mano, pero solo alcance sus largos dedos violetas y un poco de mi propio cabello.

— Y tu rostro no es la gran cosa. Jaja, supongo que no todos tienen la suerte de nacer como yo. ¡Perfectos! — Volvio a reírse, aparentemente sin haber sentido el corte de sus dedos mientras esperaban a que vuelvan a crecer.

— ¿Acaso no viniste a pedir para mi? Puedo hacerte hermosa, no tanto como yo, pero lo serás. — Me aseguro volviendo a acercarse, pero yo retrocedí y me agache lista para atacar.

Ella salto al ver como intente cortar sus piernas. Su regeneración era rápida, sus dedos ya habían crecido por completo.

— Cállate, perra. — Le dije cuando falle el corte.

Ella se indigno cuando la insulte y volvió a ponerse a mis espaldas para atacarme con sus garras. Me agache cuando intento lastimarme y aproveche para cortar su torso.

El corte fue superficial, algunos de sus órganos calleron y su sangre me salpicó el uniforme antes de que pudiera volver a retroceder.

— Ah, ¿perra? ¿Yo? Nunca nadie me había tratado así. — Dijo tomando sus órganos y volviendo a acomodarlos, sus manos se marcharon de sangre.

— Incluso rompiste mi kimono, que malvada eres. — Se quejo mientras empezaba a curar.

Me había alejado lo suficiente como para que no me dañe. Estaba preocupada por todas las mujeres presentes, ninguna hacía nada más que mantenerse en el suelo.

Retrocedí hasta ellas y me gire levemente para verlas. La demonio se río de mi, otra vez en mi cara.

— ¡Además de fea, eres tonta! ¡Que gracioso! — Se río al notar mi preocupación. Chasquee la lengua mientras tanto pensé en que hacer.

Por ahora no daño a ninguna mujer y no manifestó su técnica aún.

No, si lo hizo. Se metió a la estatua como si fuese un mundo diferente. Esa debe ser su técnica demoníaca, ¿pero como?

Mientras pensaba en eso, una señora detras mio tiro de mi pantalón. 

— No dejes que se acerque a los espejos... — Susurró. Era la mujer que me maquillo, arrodillada con la cabeza en el suelo.

— ¿Que..? —

La demonio aprovecho la distracción y salto hacia mi de un solo movimiento, de paso haciéndole un gran corte en la espalda a la mujer.

Felicidad | Sanemi ShinazugawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora