4- "¿Mi casa o la tuya?"

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"¿Mi casa o la tuya?" Solo eso me bastó para estallar mi cerebro en diez mil rememores, en cuanto esa pecaminosa boca tuya sugirió la deriva de nuestros cuerpos enredados en genuina y desaforada afección.

Todo comenzó con un simple cruce de miradas... Acción que fue diseñada para arder en el fuego y la pasión que denota tu mirada.

¡Dios! ¿Cómo puedo seguir viviendo, si tus carnosos labios aspiraron todo el vaho de mi cansino aliento?

¿Cómo puedo permanecer en pie cuando sentí desfallecer cada fragmento de mi ser?

Deseo... Deseo fue lo mínimo que transitó por mi cuerpo. Sentí apetito de poseso, bueno o malo, eso no importa, porque quise consumirte y ser devorado por completo.

"Tengo tantas ganas de tí..." Sonidos articulados que salieron desde tu boca y me llevaron a la gloria en un camino solo de ida.

"Y yo, te necesito bien adentro..." Confección pecaminosa que dictaminó, la dirección de nuestros cuerpos en comunión y por horas.

Esparciendo besos sobre mi barbilla en un camino de descenso hacia el infierno que fue mi garganta, en cuanto se arrastró por los relieves de tu sombra.

Aferrándose necesitado a mis terminaciones nerviosas, mientras pronunciaba palabras en lenguas extrañas que se traducían en sublimes ofrendas salidas desde mi boca.

Doblegando hasta mi espíritu en el acto de dar y recibir una dádiva divina que no es más que entrega absoluta y compartida.

Y así continuamos por horas, en donde su living se tornó un mar de sofocos esperando ser avasallados por la firme convicción de nuestros somas.

Y ahora, despierto y ensoñado en la tenue luz de mi cuarto, solo anhelo que pasen las horas y así poder reincidir en la gloria de tus brazos en cuanto me tocan.



















Gracias por pasarte♥️




































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