Tú Y Yo Para Siempre -WangXian- [Trilogía]

Eight

Capitulo 8: Las preguntas

Estados unidos, California, Los Ángeles
Hospital privado
3:30 PM

—Buenas tardes soy el doctor y agente del FBI Xiao XingChen y mi compañero Song ZiChen. Venimos a hacerle unas preguntas a la paciente Wang Yi Fei

—Si, Buenas tardes señor Xiao, Song. Claro, pueden pasar pero no la presionen mucho, está sensible y no a hablado desde que llegó

—No se preocupe, no la forzaremos. ¿Me podría decir el número de habitación?

—Es la 167 en el tercer piso

—Muchas gracias —Camina hacia el ascensor–

—Disculpe me podría decir los nombres de la pareja quien trajo a la niña

—No hace falta se encuentran en el hospital. En la oficina del Decano

—¿Encerio? Gracias

—No hay de que señor Song

Tock tock

—Hola –Entra al cuarto– soy Xiao XingChen

Silencio

—Me han dicho que no hablas mucho desde que llegastes –Se acerca lentamente– es algo normal, pasastes por mucho estos días

—¿Eso cree? –Sarcasmo– Fui secuestrada por unos locos y cuando llego a este hospital me entero que mis padres están muertos por una maldita noticia y ahora solo se que no tengo a nadie. Solo me queda ir a un orfanato –Empieza a llorar– ya no se qué será de mi vida

—Yo...Lo siento. No puedo imaginar el dolor que estás pasando pero lo que puedo hacer es encontar a los asesinos pero para eso necesito que me ayudes

—¿Encerio? En qué te ayudo –Secandose las lágrimas–

—Necesito que respondas las preguntas con la mayor claridad posible. Cerrar los ojos ayuda. ¿Qué recuerdas antes del secuestro?

—Bien –Cierra los ojos– Recuerdo que cenamos mientras veiamos una película luego nos fuimos a dormir, eso es todo

—De acuerdo. ¿Sabes cómo te secuestraron?

—No, no pude ver nada estaba dormida creo, al parecer usaron algo

—Ya veo. ¿Sabes quiénes te secuestraron?

—No los conozco pero fueron una mujer y un hombre que tenían un hijo casi de mi edad

—Una familia...–Susurro– ¿Recuerdas como eran?

—Mmmm....

—Esta bien, tómate tu tiempo

—No los visualizo bien pero los tres eran orientales, tenían el cabello negro. Lo que más me llamó la atención fue que tanto la madre como el niño tenían los ojos casi dorados y los tres portaban en la frente cintas blancas con patrones de nubes

—¿Ojos dorados? No es común....¿De nuevo ese patrón de nubes? ¿Donde lo he visto? Mmm...–susurrando la última parte– Gracias pequeña Wang. Recuperate pronto –caminando hacia la puerta–

—Disculpe –Abriendo los ojos– ¿Sabe dónde están los señores que me trajeron? Quiero agradecerles

—No te preocupes –Voltea a mirarla– le diré que vengan

—Gracias