Pov, s Aren.-
Reí cuando Addison empezó a atragantarse con una alita de pollo, le extendí mi vaso de agua de limón y le dio un gran sorbo terminando con todo su contenido, por fin dejé de reír.
-Estás tonta, Add -molestó Aron
-Tu si que estás tonto -gruñó Add- ¿cómo por qué te metiste a mi habitación?, sabes las reglas
-Ya te dije que mamá dijo que mi cargador del control de Xbox estaba en el lavabo de tu cuarto -repitió el rubio menor- y no es mi culpa que hubiera una caja de condones en tu baño y que la encontrara
-En eso Aron tiene razón -apoyé- el no es el culpable que seas una promiscua
-¡Tu también eres un promiscuo! -regresó Addison
-Dejen de decir esas palabras, Aron está aquí -pidió Alessia
-Como si no estuviera ya informado de esas cosas, Chienne -murmuró papá- pero su madre tiene razón, mellizos, ya dejen de decir esas palabras, por favor
-Bien -contestamos Add y yo al mismo tiempo
-¿Quieres más alitas?, mi algodoncito -preguntó mi madre
-No, mamá, si como una alita más explotaré como un globo -mi hermano menor hizo una mueca
-¿Ya saben que película vamos a ver hoy? -cuestionó Kenneth
-La que sea que no sea la bella y la bestia -aclaré
-¡Oye! -bufó mi melliza- no sabes de buenos gustos
Iba a responderle a Addison cuando mi celular, que estaba en la mesa de centro de la sala, empezó a sonar anunciando una llamada, me puse de pie y fui a la sala, tomé el aparato y contesté de inmediato al ver el nombre de Estrella.
-Hola, Star -saludé
Silencio. No se escuchó nada, pasé mi mano por mi cabello, preocupado.
-¿Estrella?, ¿estás ahí? -insistí
-A... Aren... -Estrella jadeó
-¿Qué te pasa? -me preocupé- ¿en donde estás?
-Ofi... cina, correo.... -sollozó- no... res... pirar...
-Estás en la oficina de correo y no puedes respirar -traduje- voy para allá, ¿no me cuelgues?, ¿está bien?
Corrí hacia el portallaves y tomé la primera llave de carro que era de un Mclaren p1 negro, escuché los llamados de mi familia, pero no me importó, salí corriendo de la casa en busca del carro, me subí y empecé a manejar a toda prisa. En todo ese momento la línea se había mantenido en silencio, a excepción de los jadeos y llantos de la castaña.
-Estrella, ¿sigues ahí? -presioné
-Si... -murmuró- tengo... miedo...
-Estaré contigo en menos de 15 minutos, tranquila, bonita, ¿qué está pasando?
-Hay mucho flashes y fotógrafos -soltó- no puedo salir del lugar, me siento atrapada
-Mierda..., ¿y puedo saber que haces a estas horas horas en una oficina de correos de Beverly Hills y más cuándo lo nuestro acaba de explotar?
-Le estaba haciendo un favor a mi tía Emilie de ir por varios paquetes, pero no se como alguien me vio y se lo comunicó a toda la prensa, empezaron a llegar muchos reporteros, por suerte los empleados cerraron el lugar y estoy bien, pero no hay salida trasera y no se que hacer -explicó
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Perfecta tentación ☑️☑️
RomanceLibro #2 de la trilogía Tentación Los deportes y las matemáticas son como el agua y el aceite, simplemente no se mezclan, son de mundos completamente diferentes, Aren Miferson y Estrella Blomshed son un claro ejemplo de ello. Deportista, atractivo...