Libro #2 de la trilogía Tentación
Los deportes y las matemáticas son como el agua y el aceite, simplemente no se mezclan, son de mundos completamente diferentes, Aren Miferson y Estrella Blomshed son un claro ejemplo de ello.
Deportista, atractivo...
Terminé de colgar mi disfraz en mi closet y por fin salí de la mediana habitación, al llegar a mi cuarto me sorprendí al encontrar a mi madre sentada en mi cama junto a diversas revistas y periódicos en su mano, me acerqué con precaución.
-¿Es qué acaso te he criado mal? -preguntó de golpe
-¿Qué?, ¿de qué hablas?, Georgina -cuestioné
-Estoy hablando de que todo Los Ángeles, California te ven en este momento como una puta -soltó
-¿Perdón? -abrí mi boca
-Miralo por ti misma
Me extendió tres de las revistas más reconocidas de la Elite en donde había una artículo que mencionaba como Aren Miferson, el hijo mayor de un famoso abogado y la dueña de cadenas de hospitales, había empezado una relación conmigo a solo un día de haber terminado con Carlo Klein, otra decía cómo estaba saliendo con los dos al mismo tiempo. Rodé los ojos mientras lanzaba las revistas a la cama.
-¡Por dios!, ¿en verdad te crees eso que dicen que ando con los dos? -enarqué una ceja
-No estoy hablando de eso, estoy hablando sobre tu reciente relación con Aren Miferson Parker -corrigió- ¿es verdad?
-Yo...
-Te hice una pregunta, ¿es verdad?, Estrella Blomshed -repitió- ¿estás saliendo con ese chico?
Asentí- es verdad, estoy saliendo con él, empecé hace dos días
-¿Cómo te atreviste? -se exaltó poniéndose de pie- ¿dejaste ir a un diamante como Carlo Klein por ese chico?, ¿qué te pasa?, Aitana, ¿sabes quién es su padre?, ¿sabes que nos hizo?, no quiso apoyar a nuestra campaña, dijo que era sosa y estaba llena de ilegalidades
-¿Y? -me confundí- cada quién tiene su opinión, no es obligatorio que los apoyen
-Nunca lo vas a entender -negó- te exigo que termines con esa relación, ¡ahora!
-No -sonreí- ya no voy a permitir que se metan y manejen mi vida, madre, no voy a terminar con Aren, no voy a regresar con Carlo y no le voy a pedir perdón, así que deja de intentarlo, no es no
-Con eso queda claro que su mala influencia te está corrompiendo, ¿hasta te hiciste un piercing? -rió con sequedad- juro que no te conozco, te dejaré que lo pienses
-Ay, que... -intenté
-Pero eso sí te dejo claro, está bien si no lo decides tu y lo haces, porque para inicios del otro año esa relación que tienes va a terminar, escúchame bien, Estrella, se va a acabar -finalizó con eso último salió de mi cuarto dejándome sola.
Me abracé a mi misma estremeciendome por la actitud de mi madre, unos segundos después por fin me solté y caminé hasta mi escritorio blanco, me senté en la silla y empecé a usar mi laptop para hacer tarea.
Media hora después mi celular empezó a sonar anunciando una llamada, me giré hacia mi cama y tomé el celular y contesté sin ver quién era.
-Hola -saludé
-¡Wow!, te noto feliz -admitió Emilie
-Digamos que en estos momentos no me siento tan de mierda -murmuré
-Y me alegro de eso, me encanta oírte feliz
-Si, si, si -rodé los ojos- ¿qué es lo que quieres?, tía Emi
-Me conoces demasiado bien -rió- necesito un favor
-¿Qué ocupas?
-Estoy en Italia, tuve que salir de emergencia esta mañana ya que una de mis empresas se detuvo de golpe, pero olvidé que hoy llegaría a la oficina de correo unas prendas de ropa de mi última colección y no puedo dejarlas ahí por dos semanas, que será hasta que regresé, necesito que vayas por ellas
-¿Justo ahora? -me exalté- pero si la oficina de correo está justo en el centro de Beverly Hills
-¿Y...?
-Emilie, no se si has visto las noticias, pero en estos momentos estoy en la mirada de todos los medios y estoy intentando no salir mucho en público -expliqué
-Claro que las he visto, de hecho cuando llegue de nuevo a los Ángeles quiero todos los detalles, pero por favor, es de noche, nadie te va a reconocer, por favor, Star
-Bien -suspiré- estaré ahí en media hora, pasame por mensaje el número de folio para recoger el paquete
-Claro, deja te lo envió, y gracias, Estrella, te amo mucho, mi niñita -agradeció
-Si, si -reí- igual te amo, tía Emi, te llamo cuando este en casa con tu paquete
-Oki, chau
-Chau chau -colgué
Me puse de pie y amarré mi cabello en una coleta alta, tomé mi celular y dinero junto a mi bolso y salí de mi cuarto. Al llegar al piso de abajo pude ver a mis hermanos viendo películas en el sofá, sonreí, agarré las llaves las primeras llaves del mueble, que eran las del jaguar azul de mi madre, salí de la casa en silencio. Cinco minutos estaba manejando directo a la oficina de correos sin saber lo que pasaría.
Los malditos flashes se reflejaban por todo el lugar, se podían escuchar el ruido de las cámaras tomando fotos, estaba jodidamente asustada, me sentía atrapada y asfixiada.
-Señorita, ¿se encuentra bien? -preguntó uno de los trabajadores
Negué- necesito aire, no puedo respirar
-¿Lo está diciendo de verdad o...?
Dejé de escuchar y todo empezó a volverse negro, algunas lágrimas salieron de mis ojos, de pronto a mi mente vinieron unos ojos negros, tan negros como el momento en donde estaba, apresurada saqué mi celular, busqué su contacto y lo llamé. No entendía como una noche tan tranquila se había vuelto una mierda.
Espero les haya gustado mucho, se que no pasó mucho en este cap, pero el siguiente estará fuerte en muchos aspectos, en fin, nos veremos muy pronto, no se olviden de votar y comentar, ¡Bye!
¡LOS AMO!
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