𝚁𝚒𝚌𝚊𝚛𝚍𝚘 𝚅𝚊𝚛𝚐𝚊𝚜 𝙵𝚕𝚘𝚛𝚎𝚜

6 0 0
                                    

Empecemos por el principio, cómo conocí al Richi.
El Richi, vino nuevo a clase el año pasado. Al principio no tenía pensado ni siquiera hablarle ya que no soy muy sociable, pero al ver que los pijos de mi clase se metían con él por ser gitano y no tener mucho dinero, decidí ayudarlo. Amenacé con hacer público a la prensa lo que le estaban haciendo si no paraban, y como la mayoría son hijos de políticos o famosos, le dejaron en paz.
A raíz de eso nos fuimos haciendo amigos, al fin tenía a mi lado a alguien que no fuera un pijo.

Hago un paro aquí para explicar. Aunque yo haya ido siempre al mismo instituto y siempre haya vivido en la Casa Real, la realidad es que nunca me ha caído bien ese tipo de gente ya que desde pequeña he ido al pueblo de mis padres y me he relacionado con los chavales de allí. Cada vez que tengo vacaciones en el instituto nos vamos al pueblo y me junto con mis amigos de verdad. Una vez explicado, podemos continuar.

Poco a poco el Richi y yo nos fuimos haciendo amigos y fuimos cogiendo confianza al punto en el que estábamos todo el día juntos, aunque nunca en nuestras casas, ya que a mí no me dejaban llevar a nadie y él no me quería enseñar la suya. Un día hablando le convencí para que me llevara a su casa, aunque estuvo un buen rato diciéndome que no. Una vez allí me di cuenta de por qué no quería llevarme, era una finca que se caía a trozos y en su casa, llena de cosas por todos lados, no cabía un alfiler. Eran él, su madre, su padre, sus 2 hermanos, su tía, sus 4 primos y su abuela.
A él le daba vergüenza, pero todos parecían contentos de tenerme allí y, aunque se notaba que no tenían muchos recursos, me ofrecieron comida, bebida y hasta pasar la noche allí. Estuvimos toda la tarde hablando y riendo y cuando me fui, el Richi me confesó que, aunque fuera la única que le había defendido, tenía miedo de que me riera de él o dejáramos de ser amigos por el simple hecho de que no tenga mucho dinero. Sé que hice mal, pero me enfadé. Después de que le ayudé y fui la única que se interesó en ser su amiga, ¿no tiene confianza para enseñarme su casa y presentarme a su familia por si me reía de él? ¿En serio creía que era como los demás imbécil del instituto? Me fui muy enfadada a casa, pero después de un rato entendí que era normal que estuviera rayado. Al fin y al cabo siempre he ido con gilipollas y él no tiene ni idea de si puedo ser como ellos o no. Así que decidí disculparme.

Desde que me presentó a su familia nuestra relación ha ido cada vez mejor y también se me ocurrió lo de ayudarle

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Desde que me presentó a su familia nuestra relación ha ido cada vez mejor y también se me ocurrió lo de ayudarle.
Un día me dijo que sus padres querían empezar a vender, tenían pensado vender hierba, pero no sabían cómo hacerlo sin que les pillaran. Y ahí fue donde entré yo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 16, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝙻𝚘𝚜 𝚜𝚒𝚛𝚟𝚒𝚎𝚗𝚝𝚎𝚜 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝚖𝚘𝚗𝚊𝚛𝚚𝚞𝚒́𝚊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora