Parte sin título 51

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Él se agacho a mi altura, ya que seguía sentada en el balancín.

Leo: Estaba recogiendo las cosas de Culebra, ¿vale? Y entonces entró Michelle, y no sé cómo lo he hecho, pero te juro que todo ha vuelto atrás.

Me quedé callada, y él se sentó a mi lado.

Leo: ¿No lo entiendes T/n? Mi poder no es parar el tiempo, sino controlarlo. Puedo congelarlo, ir hacia delante, ir hacia atrás... ¿Sabes lo que eso significa'

Yo: Que puedes ir antes de la muerte de Culebra – adiviné.

Leo: Si consiguiera volver a aquella tarde, si consiguiera llegar allí justo antes dl accidente, podría impedirlo. Podría evitar su muerte. Pero no, no sé como lo hice, me pasó así, de repente. Tengo que volver a hacerlo T/n, y tú me tienes que ayudar.

Yo: Ya, pero... Llevo meses intentando controlar. ¿Cómo lo vas a conseguir tú en unas horas?

Leo: No lo sé, no sé pero... Tenemos que intentarlo.

Yo: Vale.

Ambos nos levantamos del balancín y nos dirigimos al colegio. Llegamos, entramos y nos dirigimos a la taquilla de Culebra.

Yo: Vale, ya hemos llegado. ¿Qué ha pasado? ¿Qué has hecho?

Leo: A ver, he abierto la taquilla – dijo abriendo la taquilla de Culebra – He cogido una camiseta, un libro y una foto – sacó un libro – Y luego he notado una sensación muy extraña. Y he cerrado los ojos. Y cuando los he vuelto a abrir, estaba otra vez delante de la taquilla.

Yo: Bueno, ¿y en que momento has sentido esa sensación extraña? 

Leo: Cuando sacaba sus cosas.

Yo: Pero, ¿qué cosas exactamente? ¿El libro? ¿La camiseta? ¿El qué?

Leo: No, no – se quedó unos segundos mirando la pared y luego reaccionó abriendo el libro que aún tenía en su mano, dentro del libro había una foto del ellos dos en el lago – Está foto.

Yo: Pero, ¿en qué pensabas cuando viste la foto?

Leo: Yo qué sé T/n, no se en que pensé cuando vi la foto. En ese día supongo, que fue guay. Fuimos al lago, nos reímos, nos bañamos. Nos lo pasamos bien. Y, no sé me he dado cuenta de que si él guardaba esta foto es porque para él también fue un gran día, que yo le importaba de verdad. Que me consideraba su amigo.

Claro, puede que todo estuviera conectado de alguna forma.

Yo: Claro, puede que todo tenga sentido. Leo lo tengo. ¿Te acuerdas cuando detuviste el tiempo en Villa Dorita? Que el techo se nos iba a caer encima y lo único que querías era detenerlo, pararlo. Y congelaste el tiempo. Hace un rato has visto la foto de Culebra, y has recordado todos esos momentos que viviste con él. Lo que querías era dar marcha atrás y volver a ese momento en el lago.

Leo: Y retrocedí el tiempo. O sea, ¿crees que si pensara en el día el bosque, justo antes del accidente, ¿podría volver allí?

Yo: Tiene sentido ¿no? A ver, lo que tienes que hacer es cerrar los ojos, y recordar todo lo que has vivido con Culebra. Y desear con todas tus fuerzas volver a verlo con vida. Y luego tienes que visualizar el día del incidente, cuando ibais andando por la carretera antes de que llegara el coche, ¿vale?

Michelle: Chicos, que suerte que estéis aquí – dijo a través de una ventana que daba a las taquillas, en la parte en la que estábamos nosotros.

Yo: ¿Michelle?

Michelle: Me he dado un piño con la moto y he entrado a ver si había alguien.

Leo y yo nos miramos, con la mirada decidimos acercarnos hacia donde estaba ella, justo a la entrada del cole.

Los protegidos y tú (Actualizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora