Hace cien años mis antepasados ganaron una guerra sin fin...Enmalbi.
Ahora me toca a mi, ahora me toca luchar para mantener el equilibrio .
Para ello, algunos de los que sobrevivieron a la última guerra de Enmalbi nos prepararan tanto mentalmente co...
-Ust no se que me pasa últimamente. Estoy harta, No me gusta la sensación de ser medio oscura.¿¿Qué puedo hacer??¿¡ CÓMO ME CONTROLO!?-grité.
Estaba paseando por mi habitación mientras le le alzaba la voz a mi querido "avisador" Ust, que estaba sentado a los pies de mi cama.
-Cálmate. -me dijo con voz firme y grave. -Solo te lo diré cuando llegue el momento.-
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-¿¡Que?!- grité girando sobre mis talones para poder mirar con rabia su perfecto rostro. -¿¡TU SABES COMO HACER QUÉ ESTO DESAPAREZCA?!¿¡ Y NO ME LO QUIERES DECIR AHORA!?.-
-Exacto. -
-Pero...pe...pero..-no tenía palabras y comenzaba a llorar con suavidad cayendo de rodillas delante de él. Este se arrodilló frente mía y me abrazó.
-Shhh, no llores...sabes que lo hago por tu bien. -me susurró al oido.
Tenía un perfume especial. Olía a campo y a dragón al mismo tiempo. Los dragones desprendían un olor a metal oxidado ciertamente desagradable...pero bastante soportable.
-No Ust .No creo que lo hagas por mí bien. Si me apreciaras al menos la mitad de lo que te aprecio yo a tí me lo dirías...-susurré apenas con un hilo de voz.
Claramente, Ust me atraía...pero no tanto como Sam. Quería que me dijera la solución. Lo que hay que hacer para dejar de ser una oscura. Esas idas y venidas de ira me estaban cansando y quería acabar con todo ahora.
- Te aprecio mucho, más de lo que piensas, pero no conseguirás sosegarme con unas simples palabras. - dijo mirandome dulcemente, haciéndome perder en sus infinitos ojos azules.
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...
Abrí los ojos sobresaltada. Estaba en mi habitación y era tarde. Demasiado tarde. Hoy era el segundo día que teníamos de descanso después de bastante tiempo haciendo demasiadas cosas.
A veces siento que en verdad no he aprendido nada, si no que lo llevo todo en mi interior.
