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Cuatro días pasaron y el rubio no desaprovechó ninguna oportunidad para mostrarle hasta la mínima cosa a su novio. Al igual que un niño emocionado, corría de un lado a otro para luego volver a correr a mostrarle algo que tenga en sus manos. Una vez desapareció por unos buenos veinte minutos para luego volver donde su pareja con una figura de mármol en manos.

Es un altar de hadas — Había dicho con total emoción. Mostrando la figura en sus manos. Las hadas eran uno de los símbolos y criaturas más importantes de aquel reino. En todos los lugares que habían visitado, nunca faltaba una decoración o diseño arquitectónico que mostrara su simpatía y cariño por aquellos seres —

Se ve bonita, ¿para qué es? — preguntó el pelirrojo —

Muestra que eres amigable con ellas — Dijo — Es un simbolismo, las hadas lo ven y saben que eres amigable. Se supone que pueden llegar a vivir cerca de tu hogar si tienes uno, pero es difícil — se encogió de hombros — Es bonita, me la llevo — Y después de decir eso, volvió a desaparecer de la vista del otro —

A decir verdad, Fundy no se quejaba. Disfrutaba al ver a la persona que ama tan feliz y emocionado. También, sabía que no iba a poder seguirle el paso. Una cosa de su lado híbrido le hace estar mucho más adormilado y cansado en climas fríos, como una especie de hibernación obligatoria en la que su cuerpo se sometía. Por lo cual solo había estado caminando y mirando todo. Muy diferente a su novio que parecía una bola de energía corriendo por todo el lugar. Le parecía adorable.

En los días que se habían quedado, la fiesta de la diosa cada vez se acercaba más. Las calles empezaron a ser adornadas con flores de tonos azules y violetas, serpentinas de los colores más alegres y las luces nunca faltaron. Pequeñas criaturas daban escarcha y algunos animales domésticos aparecían con hermosos trajecitos hechos a su medida. Obviamente, no faltaron los comerciantes que trataban de vender hermosas telas con diseños referentes a la festividad.

Había demasiadas cosas en donde quiera que veas. Todo resaltaba con su propia belleza. Y a pesar de usar mucho de telas, papel y otros objetos. La naturaleza nunca faltó. Flores crecían de aquí y allá. Las macetas colgantes resaltaban con hermosas plantas hechas de cristales que emitían un hermoso sonido cuando las movía el viento. Y cuando caía la noche, las flores emitían un suave brillo que dejaba un escenario más que hermoso. 

Y ahora bien, pasando a otra situación. Ambos enamorados habían vuelto a salir. Dream alegaba de que debía comprar unas cosas antes de que volvieran a la cabaña y que luego de aquello dejaría a su novio dormir todo el día si así lo quería. Obviamente, Fundy acepto. Cualquier cosa por acostarse y no levantarse en las próximas horas. 

Dream lo llevaba de la mano. Su agarre era fuerte, pero cariñoso. Mantenía una expresión tranquila mientras tarareaba en voz baja. Había reemplazado su característica máscara de porcelana, por un cubrebocas de tela. Cuando Fundy le pregunto la razón, este solo respondió «¿Para qué usaré algo llamativo en un lugar donde nadie sabe quien soy?» A lo que si le encontró sentido. Aunque si era sincero, no entendía la razón de porque su novio utilizaría la máscara en primer lugar. Las veces que pregunto, Dream se encogía de hombros y decía que lo hacía ver cool y misterioso. Simplemente, lo dejo pasar, sin pensar mucho en eso. 

[ Happier With You] - Dundy fanfiction-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora