POV LARISSA
—hermoso lugar.— dije acercándome a Morticia quien ya estaba en recepción.
—lo es.— sonrió —nuestra Cabaña es de las mejores.— se acercó más y susurró —su cama es muy amplia.—
—¡oh!...
—¡andando!!.— gritó a los chicos quienes estaban esperando en la pequeña sala de estar.Partimos directo a la que sería nuestra casita por cuatro días. Cada niño llevaba su maleta al igual que nosotras.
—mamá me ayudas.— una queja frustrada salió de Enid.
—Claro cielo.— respondimos en unísono.
—qué cool es esto.— río Pericles. Todos rodamos los ojos y me encargué de cargar la maleta de mi hija.
—débil.— gruño Merlina.
—lo dice quien me ha quitado mi mochila con
rueditas.—
—crees que es lindo cargar un árbol navideño rodante!?.—
—pues hubieras elegido otra.—
—y cansarme como tú, eso si que no, la humillación pronto acabará.—
Enid resopló.Llegamos a nuestra cabaña en su puerta se encontraba el número #69 giré en dirección a Morticia quien intentaba abrir.
—juro que no planee nada.— se apresuró a decir. Reí disimulado.Cuando al fin pudo abrir entramos y presenciamos el tercer lugar más lindos que mis ojos habían visto. Si se preguntan cuáles son los primeros, puedo decir que el número uno es el en medio de las piernas de mi mujer y como segundo mis tres hermosos hijos.
—segunda planta están sus cuartos, andando roedores!.— avisó Morticia, los chicos salieron como cohetes directo a la segunda planta. —y tu, mujer deliciosa ven conmigo.— me lanzo un beso.
Tome mis maletas y fui tras ella.—nuestro cuarto no está arriba?.—
—no.— respondió.., llegamos al final del corredor y sonrió antes de abrir —aquí está el nuestro.— Entre aún más asombrada, la cama si era muy grande, había una pequeña sala, una vista hermosa al bosque, solté la maleta y me acerqué al barandal, ¡que hermosa vista! Respire el aire tan puro y frío que se sentía.Un escalofrío llegó a mi cuerpo y elevé mi vista al cielo, la resplandeciente luna que mi ser como Loba me permitía ver, informaba sobre el status para mañana, Luna llena...
Sobresalte al sentir los brazos de Morticia que rodeaban mi cintura.
—ven a ver esto.— susurró en mi oreja, me estremecí.
Me dio su mano y nos guió adentro nuevamente.—Qu..
—¡una cuna!.- dijo sonriente, yo estaba perpleja
—P-pero que hace eso.-
—no te gusta?.- dijo preocupada, al parecer mi rostro me delataba.
—no-no, es decir.. Si, pero ¿por qué está aquí?.-
—no te gustaría.- dijo acercándose a mi.
Mis ojos se abrieron
—No-no me g-gustaría que...- estaba nerviosa.
—Un bebé.- dijo rodeando sus brazos en mi cuello y colgándose de el, por un momento perdí el equilibrio.
—Issa cielo ¿estás bien?.-
—Ven..- la lleve conmigo a la cama.
—¿Sucede algo?.- dijo preocupada, mis nervios cada vez crecían, tenía miedo de su respuesta.
—no puedo...
—¿No puedes que amor?.- levantó mi barbilla con sus manos. —mírame, ¿no puedes que?.—
—yo, ya no puedo ser madre...— una lágrima rodó por mi mejilla...
—pero dime..— su voz suave era una bendición para mi en este momento —¿tu quieres?...- preguntó con calma.
—siempre quise ser madre contigo...
Ella sonrió y limpio mi rostro.
—si tú quieres yo lo puedo tener.- sonrió —nada me haría más feliz que cargar un ser nuevamente en mi vientre y mejor aún el saber que tú Larissa Weems serás su madre.— sollocé un "Gracias" y la abracé, nada me haría más feliz que esta familia creciera.—Te amo.- dijo ella y selló nuestros labios en un cálido beso.
—Te amo.- respondí.
—¿te gusta?.- preguntó refiriéndose al lugar.
—muy buena elección.— estaba feliz.
—y sabes lo mejor de esto?.- hacia un movimiento con sus cejas muy gracioso. Reí
—qué la cama es amplia.- dije pícara
—y no tendremos que preocuparnos por las manchas.- gruñí en respuesta y ella se lanzó sobre mis labios.
—seremos madres.- dijo sonriente en el beso.
—una vez más.- completé
—sabes otra cosa.- mordía mis labios..
—ajam.- respondí ida.
—¡que tendrás que hacérmelo.-
—¡Como!.- pare en seco.
—ya verás..- siguió con el beso tan caliente que teníamos...,Morticia no deja de sorprenderme.