Meet past midnight, as always [Gorddyway]

Capítulo único

No era raro que la puerta se abriera sin previo aviso, había solo dos personas con llaves a parte de él y que además sabían la ubicación exacta de esa casa provisoria.

Aunque esperaba ver a Conway con su ceño fruncido lanzando las llaves sobre el primer mueble que encontrara, se fijó dos veces en el cabello rubio y la barba con una expresión casi de vergüenza. Freddy sonrió, sentándose en la cama en la que se había tirado en silencio, como si descansara, planeaba a donde iría durante la mañana o si saldría en la noche para conseguir algo más de información.

Sabía perfectamente de qué se trataba esa expresión y esa presencia sin avisar cruzando la puerta pasada la medianoche.

Entre los tres llevaban una relación bastante...curiosa, por denominarlo sin entrar en demasiados detalles, además que jamás dijeron una palabra al respecto, eran hombres que se expresaban con acciones; estaba Conway, con un dialecto y personalidad que a veces rozaba lo desagradable y otras veces trastabillaba en algo que no era él, sin embargo, sus acciones aunque no obvias daban a entender sus intenciones, sus sentimientos que negaba; Freddy era más como un zorro, sonrisa amplia y mente increíble que escondía bajo la personalidad extrovertida y en veces extraña, un cambiaformas de primera clase que costaba conocer del todo. Por último estaba Gordon, bautizado con el apodo de Golden Boy por Freddy, que se había burlado un par de veces que el comisario era británico, rubio y demasiado fiel a la ley, demasiado diligente y diplomático, de lejos no encajaba por ningún lado con Jack y Freddy, incluso era el más jóven entre los tres y el que tenía menos...problemas.

Un trío incoherente, extraño pero que se mantenía junto de manera que Freddy sonreía con la presencia de Gordon, pero más aún con la expresión en su rostro. Ninguno de los tres era especialmente sentimental, menos Freddy, al punto que era complicado encontrarlo hablando en serio si estaban fuera de una misión. De todas formas, igual tenía su lado especial, había tardado toda una tarde decorando ese lugar para que sus dos hombres tuvieran algo más que una estrecha casa que servía solo mientras terminaban su trabajo —Gordon intentó alagar la decoración, pero Conway le preguntó si era imbécil o algo—.

—Gordon, chorbo —saludó mientras el comisario se sacaba la chaqueta, estaba empapado, pero no lo suficiente para tratarse de Londres, solo un poco de agua en el cabello, los hombros y los pantalones.

Por un momento Freddy quiso que hubiese llovido más, quizá lo suficiente para que tuviese que quitarse más que la chaqueta, como otras veces.

—Trucazo —David suspiró.

Había sido un día largo, el agente de la CIA lo sabía, aunque no quisiera le llegaban todas las alertas y ese viernes por la noche había sido una fiesta de robos a joyería y banco, con dos operativos manejados simultáneamente para detener a los ladrones; también sabía que Gordon derivó la joyería a Conway como un favor, pues justo ese día el comisario adjunto no estaba.

—Día largo —dijo entonces, sin pregunta ni nada, solo viéndolo pasarse una mano por el cabello rubio húmedo mientras se adentraba en la pequeña habitación, sentándose a su lado y volviendo a suspirar.

—¿Conway no ha llegado? —tenía la misma mueca de vergüenza que intentaba disimular sin éxito.

—No, pero andará por allí, ya le conoces.

—Ajá.

Entre los tres, las conversaciones entre ellos dos eran las más difíciles de empezar. No tenían casi nada en común y Freddy se divertía a veces demasiado molestandolo. No sabían reconfortarse mutuamente como podían calmar a Conway en alguna de esas estúpidas regresiones. Por eso necesitaban a Jack, por más mal hablado y brusco que fuera, siempre terminaba siendo la pieza faltante del conjunto.