Capítulo 28 - Consecuencias

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Días después, Julia sigue en el hospital aunque ya fuera de peligro. Manuel y Noiret están desaparecidos, y Tomás llega a la casa de Cristóbal, con María y Faca. Iván había vuelto a ver a su hermanito algunas veces, pero le explicó que tenía a su novia ingresada en un hospital y que debía estar con ella. Vicky y Faca se reencontraron con un beso profundo, interrumpidos por un carraspeo de Cristóbal.

- Chicos, él es Tomás. Tiene 8 años, y le gusta dibujar. - Dice María, que ya se había ganado la confianza del niño.

- Hola! ¿Te gusta jugar al fútbol también? - Se acercó Bruno. Tomás no dijo nada, y los miraba muy asustado.

- Hala, qué niño raro.

- Evelyn, no digas eso. Lo que pasa es que es muy tímido, ¿no? - Vicky también hizo un intento, pero Tomás no quiso saber nada.

- Quiero a Iván. - Reclamó, mirando a María con ojitos tristes.

- Mira, Iván está con su novia, que está malita. Pero si quieres tú y yo podemos hacerle unos dibujos para que se lo muestre a ella, ¿qué tal? - Propuso Faca, en quién también confiaba el niño.

- ¡No! Ahora íbamos a jugar a la pelota en el jardín!

- Bruno, para con eso. Voy contigo a jugar a la pelota. Tú y yo contra Evelyn y Paula. - Inés vino a calmar las cosas.

- Ay no, pero son nenas!

- ¿Y qué? Nosotras también podemos jugar al fútbol. O tienes miedo a que te ganemos?

- ¡Claro que no!

- Voy a llamar a Marcos y a Paula. - Dijo ella, en realidad interesada en pasar un rato con su novio aunque fuera con los críos de por medio.

En los últimos días, Marcos se había acercado mucho a Manuela. La chica del flequillo, que todos creían hueca y fútil, estaba consolando a su madre en su casa, y haciéndose cargo de toda la situación. Con Marcos, intercambiaban mensajes sobre la salud de Julia y las investigaciones sobre el paradero de su padre y Noiret. Inés estaba muy molesta con eso, y el colmo fue cuando, ya acostumbrada a sentarse con Julia y echándola de menos, pidió a Marcos que la acompañara en clase y él fue.

- Hola rubio! - Entró al cuarto de su novio, besándolo.

- Hola rubia. - La sentó en su regazo.

- Vine a llamar a ti y a Paula a jugar a la pelota. Llegó Tomás a nuestra casa y a Bruno se le ocurrió un ataque de celos, así que tengo que distraerlo un poco.

- Ahora voy. - Dijo mirando a la pantalla de su teléfono. Inés sabía que estaba hablando con ella, pero no quiso decir nada. Bajó con los chicos a jugar.

***

Volviendo a casa, otra parejita adolescente estaba en situación opuesta. Faca y Vicky vivían su mejor momento.

- ¿Qué le gusta a Julia? - Preguntaba Tomás, para hacerle el dibujo.

- Le gusta Iván. - Rió Vicky. - Pero bueno, ella es... distinta. Es medio rebelde, le gusta la música y le gusta bailar. Habla siempre lo que piensa, pero a la vez es muy cuidadosa con los sentimientos de los demás. Ya ha sufrido un montón de cosas, y es muy buena consejera. Todo lo que quieras se lo puedes pedir a ella y va hasta el infierno por conseguir.

Faca y Tomás observaban entretenidos el cariño de Vicky al hablar de su amiga.

- Bueno, vale, a coger los lápices.

***

Tomás estaba más cómodo, pero solamente hablaba en presencia de Faca o María. Iván estaba hecho polvo, iba y venía del hospital y de paso se quedaba unos ratitos con Tomás, pero siempre con Julia en la cabeza. Cristóbal tomó un día libre del trabajo para estar en casa acompañando la situación. Con María, fue a hablar con el niño.

El Internado: Volverá La LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora