05. date ii

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CAPITULO CINCO
CITA II

EL TIC TAC DE LAS MANECILLAS DEL RELOJ ESTABAN PONIENDO NERVIOSO A DAMIAN, eran las cinco con cincuenta y tres minutos y el ya se encontraba perfectamente impecable vistiendo unos pantalones y chaqueta de vestir de color gris en conjunto con una c...

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EL TIC TAC DE LAS MANECILLAS DEL RELOJ ESTABAN PONIENDO NERVIOSO A DAMIAN, eran las cinco con cincuenta y tres minutos y el ya se encontraba perfectamente impecable vistiendo unos pantalones y chaqueta de vestir de color gris en conjunto con una camisa negra que le hacia juego son sus zapatos y abrigo largo. Su cabello perfectamente peinado con gel y el olor a perfume generaba que se viera más atractivo de lo que ya era, pero aún así, después de verse por un buen rato en el espejo, se sentía lleno de nervios.

Por otro lado se encontraba Elizabeth Castro, quien termina de vestirse con el conjunto que su buen amigo Matthew y la hermana de este -Camila- le armaron. Vestía una blusa blanca de manga larga con detalles florales que iba acompañado por por una falda larga de color caramel que poseía pequeños botones en la parte superior, le llegaba cinco dedos arriba del tobillo. Sus piernas delgadas yacían enfundadas en unas medias delgadas color carne y en sus pies llevaba unos tacones Mary jane de un café más oscuro que le hacia juego con la vestimenta. Unos pequeños pendientes de perla falsa adornaban sus orejas y llevaba recogido la mitad del cabello en un accesorio del mismo objeto que los aros.

A pesar de no poseer tanta ropa ni mucho sentido de la moda - Gracias a la poca variedad que había en su ropero -se sentía extrañamente bonita. Toda la ropa era prestada así que tendría el máximo cuidado. Se había aplicado un poco de rimel en las pestañas y un poco de brillo labial - Primero se había puesto un labial rojo cereza pero creía que no le venía el color -

Durante la tarde Damian le escribió para preguntarle la dirección del pequeño lugar donde vivía para ir a recogerla y darle comienzo a su cita. Ella algo avergonzada le informó la dirección exacta de su hogar; vivía en un barrio relativamente peligroso y que villanos como El pingüino visitaba constantemente para mover su turbio negocio. También aprovecho para preguntar con exceso de curiosidad a que lugar irían y obtuvo por respuesta "Lo sabrás más tarde".

Se sentía nerviosa. Faltaba media hora para que comenzara la cita y ya sentía su estómago extraño, lleno de cosquillas al pensar como de un día para otro comenzó a salir con un chico que solo existían en su imaginación. Aún le costaba creer su situación y como había terminado ahí.

El reloj Casio que llevaba en su muñeca - Regalo que le hicieron sus padres al graduarse del instituto en su país natal - Le hacía juego con su vestimenta gracias a que la correa de cuerina que envolvía su muñeca era del mismo tono que los zapatos. En la pequeña cartera que Matthew le regaló por esta ocasión especial llevaba su celular, su billetera, un pequeño monedero que utilizaba como pastillero y un saturometro en caso de emergencia, también tenía una pequeña libreta y un lapiz para anotar los pequeños detalles que observara en su destinado; ansiaba saber que le gustaba y qué no.

Se observo una última vez en el espejo antes de apartarse para echarle agüita a sus plantas que le brindaban mayor calidez a su pequeño departamento que era parte de la beca que había obtenido.

THE PERFECT GIRL ─── Damian Wayne ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora