La Presa • Sanzu Haruchiyo

Prey

Nota: El os tiene como 5mil palabras, ni siquiera sé si tiene algún sentido jajaja sólo escribí lo que se me salió de la cabeza, no sé narrar escenas de sexo así que estuve leyendo muchísimas historias +18 para que me ayuden y tener algo decente. Sin más, espero que lo disfruten igualmente :)♡
PD: Me dicen si encuentran fallas ortográficas, porfa ^^

Aclaración: La protagonista tiene nombre porque me sentí más cómoda escribiendo así pero puedes leerla con el nombre que desees ♡

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Tenía un dilema, no sabe qué color de vestido llevar. Entre sus opciones están rojo vino y negro, tienen el mismo diseño, un vestido tubo con escote recto y finas tiritas en los hombros, además cuenta con espalda abierta; el rojo vino la hace lucir bastante seductora y el negro resalta su energía femenina oscura, realmente una decisión difícil de tomar, especialmente cuando quiere cazar a un hombre que valiera la pena para poder complacerla.

Sophie tenía pensado asistir a un club donde se rumoreaba iban personas de élite importantes y también del mundo bajo. Y no es que realmente le importase el estatus de la persona con quien va a compartir cama esta noche, pero es que tenía un cierto fetiche con los hombres con traje, arreglados y con un seductor aroma; y ese club estaría lleno de hombres así, sólo tendría que escoger.

Finalmente después de un debate serio, por mensaje, con su mejor amiga se decidió por el negro que resaltaba su voluptuosidad, el corte del vestido hacía que su cintura se mire estrecha; resaltaba también su busto, trasero y caderas. El largo del vestido está un poco más arriba de la rodilla haciendo lucir sus piernas. Definitivamente fue una buena opción, luce sexy y elegante a la vez. Tras ponerse unos zapatos a juego, accesorios y maquillarse, se pone su perfume favorito detras de las orejas, en sus muñecas y un poco en el cabello —que lo llevaba suelto y con pequeñas ondas.

Se queda mirando en el espejo, hace algunas poses para verificar que todo está bien y también para asegurarse que podría bailar con comodidad, no quería que el vestido se rompiese en su momento de auge y terminara siendo de los momentos que la tendrán que mantener humilde. Sophie es linda, lo sabe y no va a dudar en usarlo a su favor, y a pesar de no tener un cuerpo perfecto no se acomplejaba, sabe lo que vale.

Finalmente llega al tan hablado club, le sorprendió un poco la fila de gente queriendo entrar, algunos siendo permitidos a pasar y la mayoría no. Se sintió aliviada por tener un amigo —quien trabaja allí y dijo que hablaría con uno de sus superiores para reservar un lugar para ella; ya que así no formaría fila y por ende no tendría que esperar tanto para saber si entraría o no. Y tal como suponía, apenas llegó junto a uno de los guardias y darle su nombre pudo pasar sin muchos problemas.

Al entrar la música se escuchaba más fuerte en comparación de afuera, retumbaba en sus oídos, había gente meneando y restregando sus cuerpos de forma obscena y el olor a alcohol y sudor llegó a sus fosas nasales. Para suerte de ella su destino no estaba allí, sino en el segundo piso donde su amigo dijo que estarían hombres de su tipo; sin perder más tiempo subió las escaleras y apenas llegar al sector vip pudo notar la diferencia de ambiente, allí todo lucía más pulcro y calmado. Las decoraciones se notaban más lujosas, igual el bar que contaba con sólo un bartender a comparación con el primer piso dónde había más de uno.

Sophie dio una mirada rápida a los presentes, varios estaban en su estado etílico y varios hombres con más de una mujer a su lado besándose o a punto de mantener relaciones allí mismo. Le pareció repulsivo e inmediatamente se arrepintió de venir a buscar un amante en este lugar, tal vez estaba ovulando y eso causó a que viniera a este sitio; se sintió estúpida y la vergüenza la azotó por tener expectativas tan altas. Suspiró y se dirigió a la mesa de bar, al menos tomaría algo antes de irse.